
Nueva escuchadita a este "el futuro está en las huevas".
Otro grupo en el que me costó entrar. Que nadie se ofenda, por favor, pero, personalmente, siempre me ha costado mucho entrar en los grupos que cantan con un marcado acento andaluz. Seguramente porque lo tengo asociado con un personaje que me produce mucho rechazo: Kiko Veneno.
Evidentemente, no tengo nada contra él y conozco de mucha gente, amigos, a quienes les gusta, pero por algún motivo es alguien que siempre se me ha atragantado y basta que escuche a alguien cantar con ese tono socarrón-andalú para que inmediatamente lo asocie con él y me provoque igual rechazo.
Las iniciales escuchas de Frutería Toñi me produjeron esa sensación y tentado estuve de no seguir pero, por mor de las recomendaciones, insistí y tengo que decir que "afortunadamente", porque estamos ante un grupazo. Y es curioso porque, al final, ya no es que no me moleste la voz sino que, incluso, acaba integrándose tanto en el conjunto que uno acaba por no imaginarse al grupo con otro cantante y con otro tipo de voz.
TEngo sus tres discos (a la espera de que me llegue la copia física del tercero), y los tres me gustan mucho. Si tuviera que decantarme, creo que lo haría por el segundo; quizás, más "pulido" que el primero.
Este último disco sigue su estela y tiene algunos temas excepcionales, empezando por esa aventura salmonera que es "Agonía en Koyukuk" y finalizando con el escalofriante "Los álamos verdes", pero, en general, me parece un puntito inferior al anterior, aunque, a lo mejor, es el anticipo del único peligro que le veo al grupo: tienen una personalidad tan, tan definida, que la repetición es su mayor amenaza. La evolución de los grupos es muy complicada cuando su perfil está tan delimitado que es complicado hacer otra cosas sin dejar de ser ellos mismos, pero, en fin, no nos anticipemos y el futuro dirá. Hoy por hoy, disfrutemos de tres fantásticos albumes y una vez más, enhorabuena al grupo por un excelente trabajo.