La cultura en España y en Europa lleva muy mal lo de la muerte porque se vive con mucha tristeza y dolor. No está normalizado. La tristeza y el dolor no son buenas para el ánimo. Pero hay otras formas y no tienen por qué pasar por el misticismo obligatoriamente. Creo que todo eso debería mejorar mucho.
Habrá quien lo vea como un cambio de estado, pero también puede verse como que pervive en un legado, ya sea biológico, por los descendientes, ya sea por las obras o por la influencia en tu alrededor. Entonces no hay gran transformación, porque el camino ya está hecho de antes.
La familia pedirá lo que entienda correcto, pero cada uno, al final, lo verá como entienda estas cosas.