Joder, que pedazo de experiencia debió ser.
¿Todos los músicos eran en plan improvisación o había de todo? ¿Y cual era la respuesta del publico ante esas sonoridades tan "extrañas"? Porque en el video que ha puesto Jajani se ve por ejemplo hacia el final a gente de mongolia (o etnia similar) mirando con unas caras (no es un comentario racista por sus facciones habituales) de "Que coño estoy escuchando" que flipas.
La experiencia es demoledora. Cuando empiece a tener la cabeza en su sitio haré un relato detallado. La respuesta del público fue sensacional desde que salimos del área de Moscú. Muchos de los conciertos fueron en grandes teatros o auditorios, 'philarmonic halls' les llaman, y estaban hasta la bandera y nos ovacionaban. Más mujeres que hombres en el público, diría que en una proporción de 70/30, y la mayor parte chavalas jóvenes.
Eso que dices de los mongoles fue el año pasado en Tuva. No fuimos allí. Llegamos hasta Ulan Udé, al este del lago Baikal, y la mayor parte de la población era de rasgos orientales, pero de buen nivel cultural y económico, tengo entendido que en Tuva hay una pobreza atroz.
Las sonoridades no eran tan extrañas, había un amplio espectro de músicas dentro de lo que podría llamarse 'músicas creativas'. Nosotros éramos quizás los más avant garde, pero otros iban ahi ahí también. Había jazz en diferentes estilos, desde onda Miles en la época con Coltrane a jazz rock, había folk, solistas de instrumentos peculiares como zanfona, nikelharpa o cítara, rock progresivo de diferentes estilos, desde RIO (había un grupo que acababa de fichar con Cuneiform) a folk prog o rollo Zorn-Zappa... Bueno, musicalmente era extraordinario, ha superado cualquier expectativa que pudiera tener.
Todos los días se hacían cosas nuevas, había 'colaboraciones'. Era como un buffet musical, tenías la posiblidad de cada día montar un grupo diferente porque todos los músicos estábamos a la disposición de todos. En nuestro caso era más fácil al tratarse de improvisación, pero he visto correr muchas partituras en el bus y montarse temas en el día, sin ensayos ni nada.
El último concierto que hicimos en Siberia fue uno de los días más grandes de mi vida, yo creo... Tocamos en el Philarmonic Hall de Krasnoyarsk, 500 plazas de aforo, lleno hasta arriba, el público más cálido y receptivo que he tenido jamás; todos los grupos tocaron muy bien, pero el trío Ontalva/Gisler/Trilla lo petamos, vendimos más discos que ningún otro grupo y la gente se volcó con nosotros... Haciendo improvisación libre furiosa. En fin... He hablado con algunos de los amigos que viajaron con nosotros y veo un poco la misma sensación, volver a casa a las audiencias de 10 personas sólo hombres y al circuíto roñoso de rock progresivo y demás... Deprimente, después de la experiencia siberiana. Pero al menos sabemos que hay lugares remotos en donde el público no tiene prejuicios y está ávido de escuchar cosas nuevas. Como diría el replicante de Blade Runner, yo he visto cosas que vosotros no creeríais, conciertos de avant-prog, RIO o improvisación libre en grandes teatros con audiencias de cientos de mujeres jóvenes ovacionando a los músicos...