David Gilmour
On An Island (2006)
Datos técnicos:Publicación: 6 de marzo (Reino Unido) || 7 de marzo (Estados Unidos)
Discográfica: EMI (Reino Unido y otros países) || Columbia Records (Estados Unidos)
Grabado en: Astoria Studio, Abbey Road Studios
Productores: David Gilmour, Phil Manzanera, Chris Tomas.
Lista de temas:01. Castellorizon
02. On an Island
03. The Blue
04. Take a Breath
05. Red Sky at Night
06. This Heaven
07. Then I Close My Eyes
08. Smile
09. A Pocketful of Stones
10. Where We Start
Todos los temas compuestos por David Gilmour. Letras escritas por Polly Samson excepto "On An Island" y This Heaven" (Gilmour/Samson)Músicos:David Gilmour -
guitarras, voz, cümbüş, saxofón en "Red Sky at Night"Richard Wright -
teclados, vozPhil Manzanera -
guitarras, vozGuy Pratt -
bajo, voz, guitarra en "Then I Close My Eyes"Jon Carin -
teclados, guitarra, vozDick Parry -
Saxofón tenor y barítonoSteve DiStanislao -
Batería, percusión, vozRobert Wyatt -
TrompetaDavid Crosby -
VozGraham Nash -
Voz 
Recuerdo bien cuando este disco salió a la venta. Había pasado casi un año del concierto en Live 8 que reunió luego de 25 años a Roger Waters con Pink Floyd sobre un escenario. Las sensaciones estaban frescas. Muchos fans de la banda (me incluyo) se ilusionaron con una nueva reencarnación del grupo. Personalmente, no pedía yo un nuevo disco, pero sí un par de conciertos, para así tener la posibilidad de haberlos podido ver en concierto.
Nada de esto sucedió. Pero David Gilmour nos regaló disco de estudio con material nuevo. Hacía mucho tiempo que un miembro de Pink Floyd no nos agasajaba con nuevas canciones:
* El último de David disco vio la luz allá por 1984
* Roger Waters se dedicó a versionar y re-versionar hasta el cansancio un par de sus mejores temas en solitario y varios himnos de la banda que le dio de comer (sin mencionar la "Opera" lanzada en 2005: a nadie le interesó)
* Rick Wright nos deleitó con un hermoso disco llamado "Broken China", pero esto había sucedido hace 10 años en aquel entonces.
* Nick Mason hace años que viene gastando su dinero. Nada esperábamos ni esperamos de él (en cuanto a discos se refiere).
Y, de pronto, aparece Gilmour con este disco.
Gran alegría fue para mí observar la lista de músicos que participaron en él: Rick Wright haciendose cargo de los teclados junto a Jon Carin, Guy Pratt al bajo, Dick Parry en saxofones, Phil Manzanera en guitarras, los míticos David Crosby y Graham Nash colaborando en voces en un tema, Steve DiStanislao en batería (venía de tocar con Crosby y Nash). Además, una fugaz aparición de Bob Close, quien fuese miembro del primer Pink Floyd.
Actualmente, la percepción que tengo sobre el disco es muy distinta a la que tuve en los primeros días y meses de haberlo escuchado. En aquel momento sentía que estaba oyendo una especie de extensión de Pink Floyd, un "The Division Bell Parte 2". Hasta que me dije "no debo ser demasiado pretencioso. Después de todo, Gilmour y Wright SIEMPRE fueron, en lo que a mi respecta, el
sonido floyd por excelencia"
El álbum abre con una especie de overtura suave, un pequeño collage de los sonidos y ambientes que escucharemos a lo largo de las canciones. Seguido de esto, Gilmour toma las riendas del asunto, ejecutando una bellísima guitarra acompañada de la orquesta dirigida por Zbigniew Preisner. No pude evitar pensar en el comienzo de "Shine On You Crazy Diamond". Las comparaciones suelen ser odiosas.
El tema que da título al disco me llenó de frescura, como si se tratase de una brisa matinal golpeando nuestro rostro en un verano potente (hay poco verano en el disco, debo decir). Las voces suenan maravillosas, me impresionó lo bien que Gilmour ha mantenido su voz al paso del tiempo -corroboré esto en sus actuaciones en vivo-. Luego sigue "The Blue", una bella canción en la que David hace uso del pedal
Whammy para llevar la melodía en la última parte de la misma. Gilmour y su banda interpretaron este tema en el show de Jools Holland como homenaje al fallecimiento de Rick Wright, hace ya 2 años y medio:
Luego se acercan vestigios de ese verano mencionado en el párrafo anterior con "Take A Breath". En su momento no pude asimilar la canción, pareciéndome incluso aburrida. Volviendo a escuchar el disco para alimentar esta reseña, esto no ha cambiado. Un tema que quiere demostrar veta rockera de Gilmour, pero no lo consigue. El estribillo está cargado de arreglos orquestales, lo que para mí lo deteriora un poco más. Debo mencionar que en los conciertos esta canción resultó mejor recibida por mis oídos.
"Red Sky At Night" es un breve espacio que Dave se tomó para demostrar sus dotes como saxofonista, y lo hace muy bien. Un sonido melancólico inunda el fondo de la pieza musical mientras oímos el precioso saxofón.
Aquí oímos por primera vez guitarras acústicas al frente de una canción, de la mano de la potente "This Heaven". Destaco lo potente, teniendo en cuenta que el riff inicial está compuesto por guitarras acústicas y no eléctricas. Una de las mejores vocalizaciones de Gilmour en el disco, me recuerda algunas partes vocales de
A Momentary Lapse Of Reason.
Los solos de guitarra que abundan alrededor de todo el disco, mantienen un claro estilo heredado de la última obra de Pink Floyd; aquí suena más natural, más relajado. David pudo recuperar su preciada Black Stratocaster, la cual estuvo mucho tiempo en exhibición (motivo seguramente por el cual no fue usada en las giras de Pink Floyd de 1987-89 y 1994)
Uno de los temas más
floydianos del disco, "Then I Close My Eyes". Se trata de un arpegio sobre dos acordes, donde la banda juega generando texturas, climas, ambientes. Como invitado, Robert Wyatt aparece tocando su trompeta. A continuación una perfomance de dicha canción acompañados por Robert, el tema suena realmente hermoso en directo:
"Smile" es una canción acústica que Gilmour tenia desde hace varios años, incluyéndola finalmente en este álbum. Su esposa Polly Samson se atreve a cantar en él, aunque sonando tímida. Relajante, suave, una bella obra musical.
Luego entramos exclusivamente en terreno orquestal. "A Pocketful Of Stones" consta de un Gilmour vocalizando mientras la orquesta lo acompaña durante poco más de 6 minutos, y hacia el final toca su guitarra sutilmente, con cada nota adecuada y puesta en el lugar que corresponde -cuando escucho esta pieza, inconscientemente traigo a mi mente la fabulosa "A Man Needs A Maid" del disco
Harvest, obra maestra de Neil Young-.
El disco termina con la canción que más me gusta de él, "Where We Start". Gilmour aquí deja su Stratocaster, haciendo uso de la hermosa Grestch negra que posee. El clima cálido de la canción es realmente emocionante. Aquí no tenemos demasiadas flotituras orquestales ni arreglos pretenciosos; justamente su encanto viene desde su simpleza.
On An Island es un buen disco. Bello, aunque no es de mis favoritos dentro de la carrera solista de los miembros de Pink Floyd. Tenemos buenas canciones, buenos solos de guitarra, buenos climas. Gilmour quiso mostrarse como un competente multi-instrumentista tocando todo lo que pudo. Y cumplió. Tenemos a Gilmour, casi entero, haciendo lo que le gusta, rodeado de sus amigos y en familia. No es una obra maestra, vamos, pero no es necesario que lo sea para poder disfrutarlo.