Magma
Rïah Sahïltaahk (Seventh Records / JazzVillage 2014)
por edumalavida1. Watseï Kobaïa (4:41)
2. Di Mahnter Sahïltaahk (3:00)
3. Süri Sï Toïdo (3:31)
4. Ün Zoïn Glaö (3:11)
5. Ïss Walomëhn Dëm (2:25)
6. Bradïa Ëtnah (2:24)
7. Mem Loïlë (3:46)
8. Wöleï (1:29)
Letra y música:
Christian VanderStella Vander: voces
Isabelle Feuillebois: voces
Hervé Aknin: voces
Benoît Alziary: vibráfono
James Mac Gaw: guitarra
Jérémie Ternoy: piano Fender
Philippe Bussonnet: bajo
Christian Vander: batería, voces, piano
Grabado y mezclado entre septiembre de 2013 y junio de 2014 en el estudio UZ por
Francis Linon.
Masterización: Southeastern lab., Fierce Mountain, NC.
Portada realizada en Uniweria Zekt Grafik por
Gérald Nimal.
Antes de meternos en materia, lo primero que hay que comentar es que este álbum consiste en la regrabación del tema
"Rïah SahÏltaahk", aparecido en el segundo disco de
Magma,
2. 1001º centigrades, de 1971, renombrado a los pocos meses como
1001ºC -a la sazón, temperatura máxima del magma-. La razón es que, tal y como se comenta en el encarte, no habiendo quedado
Vander satisfecho con los arreglos que por entonces pergeñó el grupo, decide hacer una nueva versión, alejándose de aquella más jazzera de la primera época y acercándose al canon zeuhl que conocemos hoy en día. No en vano una pegatina sobre el cd reza
"Nouvelle version pour orchestre et choeurs".
El disco supone la aparición del segundo de los tres miniLPs que cierran actualmente la discografía de
Magma. Sin entrar en disquisiciones sobre la pertinencia de este formato y su comodidad, precio, etc., discusión que tuvo lugar en el foro, me limitaré a dejar constancia de que para mí el formato de los tres es "MiniLP" -observando la duración y la velocidad de reproducción del vinilo, 33 r.p.m.-.
Lo primero que llama la atención es la portada: partiendo de la idea de la original de
2, la sigla en negro sobre un fondo gris -la primera de las tres portadas distintas que tiene, por cierto-, el diseño de la nueva consiste en media sigla sobre un fondo de espejo que, a la vez que recuerda a la primera, funciona también como una alegoría del contenido: sólo
"Rïah Sahïltaahk", la mitad más o menos del
1001ºC. Lo siguiente que se observa es que esta segunda versión dura dos minutos y medio más y que ha sido divida en ocho temas -no así la versión original, consistente en una sola pieza-, incluyendo las letras en el encarte.
Sobre el contenido, me gustaría primero esbozar la historia que en ella se narra, basándome en la historia del libro
Magma de
Antoine de Caunes -un poco más extensa y objetiva, ya que no juzga a Rïah Sahiltaahk- y en la pequeña explicación del batería que aparece en la contraportada del vinilo actual, de modo que los comentarios en cursiva vienen de esta última: Durante la segunda partida de los kobaïanos desde la Tierra a Kobaïa, Rïah Sahïltaahk, uno de los más ardientes defensores de Kobaïa en la Tierra que,
sintiéndose superior, se había quedado aquí en la primera con la esperanza de poder hacer algo todavía por este planeta, fleta por fin en solitario su nave hacia el nuevo mundo. En el camino decide hacer un alto en Malaria, escogiendo una pequeña franja de terreno ya que el planeta está prácticamente inundado y con grandes tormentas. Cuando es consciente de que las aguas siguen subiendo ya es demasiado tarde y,
creyendo poder dominar los elementos y a pesar de sus órdenes primero y de sus plegarias y lágrimas después, estos se ríen de él y el agua acaba por engullirle a él y a la nave. Primero, ruido; después, silencio. Al alba el mar está en calma, y para cuando la segunda partida de kobaïanos hace escala en Malaria, el planeta está seco, brilla el sol y no hay rastro de Rïah ni de su nave; sabrán de su muerte a través de sueños.
Dicho esto, se entiende que hablamos de una música descriptiva: el propio
Christian insistía en que no hacía falta dar explicaciones, que la música hablaba por sí sola, y de hecho no es difícil situar partes de esta historia en la música misma.
En cuanto al contenido musical en sí, y es inevitable reseñarlo casi en forma de comparación con la primera versión, lo primero que llama la atención es la ausencia total de vientos, cosa habitual en los últimos
Magma de estudio. Si bien los coros están muy bien logrados, la obra es verdaderamente digna de la banda y la instrumentación sigue siendo fantástica (especialmente -para variar-, el vibráfono de
Benoït Alziari y la forma de interactuar con la batería de
Christian a lo largo de todo el disco), no puedo evitar echar de menos las maderas y metales de la antecesora -clarinetes, clarinetes bajos, saxos, flautas y trompetas-: agregaban un plus de angustía y agonía en los momentos más dramáticos de la obra -una tensión que no acaba de ser igual de lograda por ejemplo en
"Ün zoïn glaö" a pesar del buen hacer de piano, bajo y batería-, y eso dejando aparte la pasión que siento por el clarinete bajo, lo que hace que ya desde el mismo arranque del disco con
"Watseï Kobaïa" me falte "algo". Así y todo, insisto en que no deja de ser una revisión estupenda, que sin la referencia previa, para mí, habría sido una obra magna, y que fluye de un modo extraordinario a pesar de lo abrupto del relato, lo que da muestras de la increíble cohesión de la actual formación y de la gran integración de
Hervé y la genial adaptación realizada para poder introducir los coros de
Stella Vander e
Isabelle Feuillebois.
A mayores y de forma personal he de agradecer a la edición de este disco un momento realmente especial, de esos que uno rememora con gran cariño: el lanzamiento coincidió con el festival Rock In Opposition de 2014; algunos amigos, varios de ellos foreros de Sinfomusic, adquirimos in situ el cd -el vinilo saldría posteriormente-, y con él, en un descanso entre dos conciertos, nos dirigimos al área donde teníamos los coches, preparados para tomar un piscolabis -viandas varias y vino- con musiquita de fondo. Fue poner el cd en uno de los coches -José Mari, si no recuerdo mal- y, de forma sinérgica arrancar todos a corear el tema. Entre bocado y bocado cantamos en nuestro
pseudokobaïano una pieza que, por otro lado, ha sido siempre especial para mí por su importancia puntual en el proceso en el que me vi imbuído del universo de
Magma. Aún recuerdo con emoción el momento y las caras de felicidad de los presentes, hay cosas que no tienen precio.