Un día en una “reposada” charla con Zappamacías salió a colación Syd Barrett, que tiene una historia tremenda, pero además por increíble que parezca continúan saliendo nuevas alrededor de su persona, una de ellas tuvo lugar en España, y además el modo de conocerla fue también increíble en lo personal para un servidor y por tanto esto es una vivencia personal mas que una información (que también lo es), o una reseña (que no lo es) de un disco inexistente (por ahora).
En verano de 2006 nos fuimos de vacaciones un par de familias de Málaga al norte de la península: Salamanca, León, Orense y Cantabria, en Orense pernoctamos tres días en Oseira, un fantástico y gigantesco monasterio cisterciense de clausura en un enclave montañoso maravilloso.
En calidad de visitantes habíamos unas 20 personas, que solo nos reuníamos para las comidas y algunos oficios religiosos (quien quisiera) siendo estos oficios el único momento en que te encontrabas con los monjes. Entre los visitantes había también algunos religiosos que estaban allí por diversos motivos (retiros espirituales, vacaciones etc.). Durante la comida entablé conversación con uno de ellos sobre los temas mas dispares y uno de ellos fue la música, no me acuerdo muy bien de los detalles pero me preguntó - ¿te gusta Pink Floyd?-
Me hizo gracia aquello, le contesté que si naturalmente, que tenía sus discos y esas cosas, pero con su siguiente pregunta – entonces… ¿conoces a Syd Barrett no? – dejé de comer y lo miré atentamente (joder con el cura me dije) que conociera a Pink Floyd no era en si mismo tan extraño, era un hombre de mundo y los Floyd a fin de cuentas muy conocidos, pero ¿Barrett?
Ya empecé a indagar sobre cuanto sabía de todo esto, hablándole sobre los discos de Barrett en solitario, pero continuaba sorprendiéndome - ¿conoces su disco Spanishgrass? Le pregunté a su vez si era un piratón en directo, ¡me dijo que no, que eran canciones nuevas!, ¡y varias cantadas en gallego! (me dio una risa, el vino del monasterio era bueno) le pregunté entonces si tenía ese disco que desconocía totalmente, ¡tampoco lo tenía! ¿Entonces como tiene noticia de él? Le pregunté, y en ese momento me soltó la traca final - ¿sabes que Syd Barrett estuvo aquí dos veces? - por la cara que puse se dio cuenta que ya no le creía (había leído en algún sitio que hubo rumores de la estancia de Barrett en sitios dispares, y uno de ellos era un monasterio español, pero todo esto me parecía rocambolesco) – ¡pero si ha salido en el periódico! en la próxima comida te lo enseño -.
Así fue, al día siguiente me enseñó una hoja del periódico local que narraba toda la historia de Barrett en Oseira y su disco Spanishgrass, me la regaló y la tengo en casa, ¡pero no logro encontrarla! El día que lo haga os la pondré en el foro (prometido). La historia es… ¡toda una historia! Ayudándome de algunos datos en la red intentaré transcribirla lo mejor posible:
Syd estuvo en el monasterio entre septiembre y diciembre de 1976 y de Abril a Junio de 1977 y allí con una guitarra y un cassette barato compuso y grabó unos 20 temas muy influenciados por obras que leyó allí mismo (el monasterio tiene una impresionante biblioteca vista por un servidor, y al parecer tiene alguna mas) destacando la obra de Robert Graves “la diosa blanca” y el escritor gallego Álvaro Cunceiro del cual grabó ¡en gallego¡ tres temas. Cuando los monjes le preguntaban sobre las canciones al parecer Barrett le respondió que era canciones “sobre el espacio y la siesta”. La cinta al parecer se la regaló a un novicio y a su vez llegó a manos de Gema Noya, promotora de una discográfica pirata local de La Coruña “Nonsense Music” la cual en 1978 fue editada en vinilo y sin ánimo de beneficio ya que solo sacó unos 20 ejemplares y lo regaló a sus amistades con la promesa de no distribuir ni copiarlo nunca, siendo la cinta destruida.
Al parecer era una especie de regalo de despedida ya que Gema se retiraba a ¡una comunidad budista del Nepal! Al parecer solo una vez han salido estas canciones a la luz, tres temas de Spanishgrass se emitieron en una emisora de FM de la Coruña en un programa denominado “el lado salvaje”.
Bueno tras esta bonita historia (que no signifique que sea real), ni que decir tiene que me impresionó bastante, ya que estaba en el lugar de los posibles acontecimientos. Solo pude constatar con una cierta seguridad que Syd Barrett estuvo allí, los monjes son bastante reservados, y el religioso que me regaló el periódico no sabía mucho mas (o no me quiso decir) de lo que allí venía reflejado. Mientras que los guías que se ocupaban de enseñar a los visitantes de día (no a los pernoctantes) el monasterio ya empezaban a meter a Syd como uno de los “visitantes ilustres” del monasterio (los cuales evidentemente no tenían ni pajolera idea) con Graham Greene pasaba algo parecido pero ya les sonaba más.
La Estancia en Oseira me impactó bastante por si misma, el gigantesco monasterio, los monjes y sus cantos, y las montañas que lo rodeaban, pero el “asunto Barret” ya terminó por hacerme muy especial su estancia en aquel lugar, imaginándome a Syd por aquellos montes, pasillos y patios, que creo queda reflejada en las fotos.