Para mi ese tipo de "preferencia" se refiere a esa clase de elecciones ante las que no veo ninguna necesidad de elegir, porque son cosas absolutamente diferentes.
Supongo que en ello interviene mucho el tipo de cine y de literatura que se lee. Entiendo que, por ejemplo, si es cine y literatura del género fantástico, eso que dices tiene una mayor aplicación, puesto que las imágenes, fundamentalmente, lo que persiguen es hacer una "recreación" de lo que aparece en el texto y, en ese sentido, pueden o no coincidir con lo que uno mismo se imagina al respecto cuando lo lee. Además, tiene el hándicap de que, como dices, ya "te lo dan dado".
Lo que ocurre es que a mi ni el cine ni la literatura fantástica me interesan demasiado. Debe de hacer por lo menos 30 años que no leo literatura fantástica (más allá de algún cuento de Poe a los que vuelvo de vez en cuando) y ni me acuerdo cual fue la última película fantástica que pude ver en el cine... No, la verdad es que, ni haciendo memoria me acuerdo.
Si, ya se que el género "fantástico" en muchas ocasiones es una simple "ambientación" para contar historias de enjundia. Pero yo me refiero aquí al género fantástico, tipo Star Wars, Hobbits, Star Trecks, Narnias, y demás.
A mi me interesa más otro tipo de literatura y de cine y, en ambos casos, la comparación carece de sentido y, por tanto, también la preferencia. Los códigos de literatura y cine son muy diferentes. Hay películas en las que el texto ni siquiera tiene especial importancia. Pienso, por ejemplo en el árbol de la vida. Una película donde el diálogo no debe llegar a 5 folios. Películas donde lo importante, más que lo que se dice, es la expresividad de los actores, lo que sienten y viven.
Hace poco vi Sufragistas, una película en la que, evidentemente, la historia ya es conocida y apuesto a que, si hubiera leído el guión, no me habría aportado demasiado, pero es el cómo está contado, la recreación de ambientes, el trabajo de actores... lo que convierte un texto correcto en una gran película, que emociona y, por momentos, incluso.. cabrea.
Mucha de la literatura que leo es que, simplemente, no tendría posibilidad de ser llevada al cine, so pena de que fuera un coñazo. Pienso en "Viajes por el Scriptorium" de Paul Auster. Una novela en la que lo importante son los soliloquios de una persona que pierde la memoria y que ha de reconstruir su pasado a partir de las notitas que, en momentos de lucidez, va dejando por toda la casa. Eso en cine sería un muermo, pero la novela es apasionante.