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''El Rock ha muerto'' por Jacques Tremens Burroni
« en: 09 de Febrero de 2023, 03:11:01 am »
EL ROCK HA MUERTO por Jacques Tremens Burroni


Parte A:   New Orleans

   El Rock (como lo conocemos ampliamente), nace como un derivado de la música de los negros, en los Estados Unidos. Ya desde la década de los 20, en algunas composiciones de Rythm and Blues se reconocen los tres tonos característicos de los que serían los rock and roll del futuro. El tronco común de ésta música del sur incorpora de la música folk un elemento decisivo para las décadas por venir: la guitarra eléctrica inventada por Leo Fender.
   A partir de ese momento, sobre todo en N. Orleans, pero en todo el sur de EEUU, se produce una pequeña revolución musical que, dividiendo la corriente principal, deriva en varios géneros. Principalmente góspel,  soul, rythm & blues y  jazz. Tímidamente, algunos exponentes comienzan a marcar de manera más rítmica los nuevos sonidos y en la década del 40 el DJ Alan Freed, acuña por primera vez la expresión “rock and roll” para la música que transmitía por la radio (que incluía, además de la anterior, mucho folk tradicional).                     
   La parte lírica de toda esta nueva música fue bien compacta: 100% canciones de amor. Aquella era una generación que salía optimista a adueñarse del mundo después de la Segunda  Guerra, no habiendo lugar a mayores quejas o reclamos. 
   Existía el apartheid,  EEUU se metía de cabeza en la guerra de Corea, la Guerra Fría se calentaba con la Bomba rusa, Mao se imponía en China, pero nadie se preocupaba, por el momento, de todo eso.


Parte B: Atlanta

   En la década de los 50 ya hay dos nombres que marcan a fuego estas nuevas formas de música sureña: Chuck Berry en guitarra y Jerry Lee Lewis en piano. La estética de éste sub  género ya se identifica con lo que será en el futuro: estrofa, estribillo, estrofa estribillo, sólo de instrumento, estrofa, estribillo, final.  Básicamente todos los rock & roll son iguales, las letras no aportan demasiado y la idea es música para bailar. En el Sur todo el mundo baila r&r !!
   El salto cuantitativo se da en 1955 cuando Bill Haley interpreta “Rock around the clock” en la película “Semilla de Maldad” y el rock and roll se desparrama explosivamente en todo el mundo occidental. Con la llegada de Elvis Presley la explosión se convierte en revolución.
   Y en este momento, en su nacimiento como tal, aparece una de las características fundamentales de la nueva música: es sólo para jóvenes. ¡Fuera  viejos! : ¨Escuchen al viejo Frankie si quieren, nosotros escuchamos otra música, bailamos de otra manera, nos vestimos y nos peinamos de otra manera, cantamos de otra manera, entendemos el amor de otra manera¨.  De repente, el rock and roll se convierte en una brecha intergeneracional. Los padres no entienden lo que está pasando con sus hijos, no comprenden la música ni la estética que la acompaña. Aparece Jack Kerouac y su novela “On the Road”, aparecen los beatniks, las camperas negras, los jopos y los pantalones de cuero ajustados. ¡Y todo ésto en medio de un griterío y un volumen infernal! Como siempre sucede, la reacción es de total afirmación de lo antiguo y un absoluto rechazo a todo lo nuevo. Los ancianos se vuelven cada vez más conservadores y los jóvenes cada vez más intransigentes y provocadores.                                                                                                                                                                                                                                                                                                           
   Curiosamente, las letras de las canciones reflejan de manera muy indirecta las nuevas tendencias: como máximo “los chicos y las chicas se aman y van a bailar rock & roll”. Pero a fines de los 50, en el terreno musical suceden cosas. Las grandes orquestas van dejando su lugar a grupos, comienza el reinado indiscutible de la guitarra eléctrica (una de las líneas estéticas por la cual el Rock es Rock). Comienzan los grupos instrumentales con solistas de gran capacidad técnica, por ejemplo, de forma notable The Shadows en Inglaterra.
   Y además, importantísimo, se abarata la compra de instrumentos, principalmente guitarras y bajos eléctricos.
Del Folk vendrá la excepción a la regla: están por aparecer en EEUU dos poetas excepcionales: Bob Dylan y Leonard Cohen.


Parte C: Londres

   Tal vez por impulso de la generación optimista que nació después de la  2da. Guerra, los  británicos convierten a Londres en la capital cultural del mundo occidental durante los años 60. Ocurren cosas en Londres que luegos se extenderán por todo Occidente y un poco más allá: libros, arte, cine, televisión, moda ... y música.
   A lo largo y ancho de Inglaterra aparecen grupos de jóvenes en todas las esquinas, haciendo básicamente rock & roll y rythm  & blues.
   El modelo a seguir es el norteamericano:  letras simples, instrumentación básica (guitarra, guitarra, bajo, batería) y mucha diversión.
   Entre esos grupos hay uno, The Quarrymen, en el cual unos chicos de apellido Lennon y McCartney intentan cantar al estilo Roy Orbison (uno de sus ídolos) una canción compuesta por ellos  llamada “Please, please me”.
   El resto es historia.
   La música beat de los comienzos de los 60, es ROCK. Lo único que abandona (no siempre), es la relación de tres notas del rock & roll tradicional. Sin embargo, mantiene todas las demás características fundamentales, a saber: la relación estrofas-estribillos, la presencia relevante de la guitarra eléctrica en los solos (aparecen también solos de teclado y de saxo, con The Animals y The Dave Clark Five respectivamente), las letras simples y dedicadas al amor, la actitud alegre y desprejuiciada y, sobre todo, la estética juvenil y de ruptura. Los jóvenes, y  ya a mediados de los 60 no sólo los ingleses, tienen el pelo largo, una actitud distinta aún de la generación anterior, la que vio nacer el rock: se visten distinto, comienzan  a consumir drogas, cambian radicalmente su actitud ante la sexualidad y vislumbran, apenas, que están destinados a otras cosas.
   También comienza a diferenciarse la música europea de la norteamericana, aunque eran del mismo tipo. El soporte clásico europeo drena permanentemente hacia el rock formas, compases, arreglos y armonías que los grupos de EEUU no tienen incorporados. El sentido práctico y el rasgo individualista del músico norteamericano dará notables resultados en los distintos campos de la fusión, sobre todo del Jazz, en las décadas siguientes.  A todo eso, se suman varios elementos importantes: comienza la guerra en Vietnam, nace la minifalda y tras ella la píldora anticonceptiva, aparece el LSD, Fellini en Italia está haciendo películas rarísimas, Dalí pasea en París con su oso hormiguero de mascota. Lennon, en Rubber Soul y por primera vez, no le canta al amor, le canta al Hombre de Ninguna Parte. La Revolución Cubana sacude a América Latina. Brasil exporta Bossa Nova y Dictadura Militar. Hay misiles en Cuba y Carrera espacial. 
   Después de expandirse, el rock prepara el salto cualitativo ...


Parte D: Sgt Pepper

   '' 4000 agujeros en Blackburn, Lancashire. Y aunque eran más bien pequeños, ahora se sabe cuántos agujeros se necesitan para llenar el Albert Hall. Me gustaría excitarte.''
   Es al escuchar esas frases, el interminable acorde final y el trabalenguas sin fin de la edición de vinilo, cuando uno se da cuenta que entró a otra dimensión. Totalmente desconocida. Ese fue el sentimiento, no ya de los músicos, sino de toda una generación en varios continentes. Millones de jóvenes estupefactos ante un disco  único, sorprendente, genial, inspirador. El Rock había llegado a la edad adulta. La música era 100% experimental, las letras hablaban de otras cosas. ¿Cuáles cosas? ¡Todas! ¡Todas las cosas podían cantarse a ritmo de rock! La respuesta es inmediata. La influencia del Sgt. Pepper es tan demoledora que en los dos o tres años siguientes se inventan nuevos géneros para el Rock: psicodélico, sinfónico, progresivo, Hard, Glam, etc. Grupos de rock y pop básicos incursionan en experimentos impensados: The Hollies con la suite King Midas, The Rolling Stones con Satanic Majesties y aparecen nombres extraños con estilos extraños, Mad World of Arthur Brown, David Bowie, Tyranosaurus Rex. Unos flaquitos nuevos de nombre Pink Floyd le cantan a una bicicleta .  Todo sucede en Europa. Surgen experimentos aún en países más clásicos para la música como Francia. En Alemania comienza la era de la música electrónica, en Italia comienza todo un movimiento de música progresiva, en Holanda la fusión con la música clásica.
   En los EEUU, la explosión psicodélica toma otros rumbos musicales. Los grupos se vuelcan más al sonido del rock semipesado con extensos solos de guitarra ( Keef Hartley Band, Grateful Dead, entre otros), al flower-power de California (The Mamas and the Papas, Scott McKenzie, The Beach Boys) o a la música de fusión (Santana, Chicago, Blood Sweat & Tears, Crosby,Stills, Nash & Young). Aún en América Latina la influencia se hace sentir, principalmente en Brasil (en Salvador de Bahía) y en Cuba (La Nueva Trova). En otros países (Argentina, Uruguay, Chile) nacen movimientos rockeros y de fusión.


   Corre el año 70 y en el mundo occidental (y alrededores) el Rock manda. Porque: 
                                       
1 Mantiene una potencia de sonido que otros estilos no tienen.
2 Es masivamente difundido por todos los medios de comunicación.
3 Es música joven, para jóvenes.
4 Ha innovado: a veces sirve para bailar, a veces para escuchar.
5 Es una expresión cultural: las letras y lo que dicen pasa a ser importante.
6 Sigue siendo rupturista con las generaciones anteriores.
7 Ha crecido musicalmente. Surgen mutaciones permanentemente.

  Quien escucha rock es, por lo general, amplio en sus gustos. Dentro del género (o aún dentro de otros) hay lugar para distintas valoraciones y motivos de escucha. Aún cuando ya se avizora el poder que tendrán las compañías discográficas y sus intentos de dominar (de acuerdo a sus intereses) el gusto musical de las nuevas generaciones, la música rock sigue siendo cautiva de la inspiración de los autores. La gente valora eso. La discográfica presiona, es cierto, pero los músicos aún tienen la última palabra.
   Ese conflicto, de todas maneras, determinará el rock de los próximos años.




Parte E: Los océanos topográficos de los Sex Pistols


   Para mediados de los 70, la homogénea historia del rock (que nunca fue tal) se va a dividir a los dos lados del  Océano, por distintas circunstancias.

   En los Estados Unidos: Las discográficas imponen su visión comercial, nace la música disco teniendo como abanderados, curiosamente, a tres hermanos ingleses de masiva difusión en la década anterior, The Bee Gees. Paralelamente surge una mezcla de rock, pop y country que dará nacimiento a muchos de los mejores exponentes de esos años: Eagles, Kansas, Bread, The Doobie Brothers, el nuevo Fleetwood Mac, etc.
   Es destacable, especialmente, el surgimiento de una revolucionaria propuesta: la fusión de rock y jazz de la mano de músicos y grupos de la talla de Weather  Report, Chic Corea, Miles Davis, Pastorius, Hanckock, etc. A éste género se irían uniendo paulatinamente varios de los mejores músicos e instrumentistas del rock, dándole una visibilidad y trascendencia evidentes a fines de los 70, para luego ir apagándose.

   En Inglaterra y Europa: ¡¡Los supergrupos de rock progresivo son difundidos por la radio!! ¡¡Increíble!! La escena se llena de virtuosos haciendo cosas imposibles en vivo. Los espectáculos se vuelven grandilocuentes, los mensajes cada vez más complejos. Tener 16 o  17 años y querer tocar la guitarra es un trauma, porque ahí arriba en el escenario están Steve Howe o Ritchie Blackmore o Hackett o Barre o Ackerman o Fripp y ninguno de ellos te la va a hacer fácil. Las letras se vuelven complejas, extrañas. Roger Waters dedica un disco completo a hacer una analogía entre humanos y animales. Yes nos habla de los Shantras de India y de la ceremonia del nacimiento del ¨Dios Sol¨. Un armadillo gigante con cañones nos cuenta sus aventuras desde la portada de un disco de Emerson Lake & Palmer.
   El rock que despegaba, ya se ha desplazado por encima de la estratósfera. Demasiado lejos, tal vez, de la gente que siempre había sido su objetivo. De repente todo se vuelve trascendente y serio. Adiós alegría.  Apenas queda Dire Straits o The Police, pero no alcanza.
   Por esa frustración, por ese sentimiento de abandono de las viejas raíces, por esas ganas de hacer rock simple, a la antigua, y de mandar a la mierda todo lo que sonaba hasta ese momento, es que nace el Punk. Notablemente con los Sex Pistols en Inglaterra y Los  Ramones en los Estados Unidos.
   El Punk tal vez no es mejor, pero SÍ ES ROCK. Es irreverente, es joven, es ácido y revulsivo. Detrás de sus incontables regrabaciones de guitarras mal tocadas y baterías con sonido a lata, está la misma esencia de los contoneos de Elvis, de Lennon tocando el teclado con los codos en el Shea Stadium, de Hendrix prendiendo fuego su guitarra en Altamont o de Waters golpeando el gong en Pompeya.
   El maremoto es gigante y duradero. Las aguas arrastran casi todo lo que había hasta ese momento. Bandas de músicos muy jóvenes se adueñan de la escena musical.


Parte F: Los años ochenta

   Hacia 1985 (el año en que el Rock muere), la escena musical es abismalmente distinta de lo que había sido  10 años antes. Distinta en esencia, distinta en tecnología, distinta en ideas,  distinta en soporte logístico y de difusión.
Veamos las diferencias:

Esencia
La idea base es agradar. Salvo los remanentes del Punk (que durarían varios años más), la mayoría de las bandas de los 80 tienen un  sonido limpio, sin mucha experimentación, con una postura semi-transgresora en lo  visual o coreográfica y una música, en general, que no trasciende mucho. Al poco tiempo uno se olvida o se aburre de ella.

Tecnología
Aquí está la revolución. Además de los  teclados, aparece la batería electrónica y las secuencias, que darán a toda la música de la década ese sonido perfectamente diferenciable al de los años anteriores. El sintetizador y los samples digitales se vuelven primordiales. La era digital convierte a cualquier teclado en un instrumento más barato que una guitarra Fender. Es la nueva tecnología y su uso intensivo lo que define la última era del Rock, casi por encima de cualquier consideración musical.

Ideas
Por todo lo anterior, desaparecen los grandes Héroes de la guitarra, los de los solos sublimes. Toda una nueva generación de guitarristas (J.Marr, The Edge, L.Gallagher, etc) se dedica más a la tecnología del instrumento como valor estético en sí mismo. Los teclados van adquiriendo cada vez más influencia. Cuando antes se componía con una guitarra, ahora se compone con un teclado y su inmensa gama de posibilidades.

Soporte logístico y difusión
Aparece MTV. El video es el Reino de Dios. Todo el mundo graba videos espectaculares en su concepción cinematográfica y, la mayoría de las veces, espantosos en cuanto a su música. Los  capitales Japoneses compran las grandes compañías discográficas norteamericanas e  imponen sus métodos de trabajo y sus metas de crecimiento y rentabilidad.
Mezclados con el resto de Rock que aún queda, vuelven al ambiente  los viejos Performers, con sus espectáculos de canto (Play back la mayoría de las veces), coreografía y danza. Encumbrados por un periodismo afín y tendencioso (es el fin de la Guerra Fría, el patriotismo paga buenos dividendos) artistas como Madonna o M. Jackson se convierten en reyes del mundo.
Europa y su música se rinden incondicionalmente a los Estados Unidos. Lo que antes era variado o distintivo de cada país, ahora es música norteamericana cantada en otros idiomas. Grupos emblemáticos, como alguna vez fue Génesis, se pliegan a esa tendencia.
Por supuesto, quedan resabios del Gran Rock. Los últimos. Se distingue Sting, alguna cosa  de Marillion, Peter Gabriel, y en la década siguiente aparecería la estrella rutilante de Radiohead. Surgen grupos y solistas haciendo, puntualmente, cosas muy interesantes y renovadoras a ambos lados del océano. Pero ya no están en la corriente principal o lo estarán por poco tiempo. La mayoría ruedan por  las calles auxiliares de la Gran Avenida Principal de la Música de las Grandes Compañías. 



Parte G: Fin de esta historia

   ¿Qué panorama tenemos 30 años después, cuando, sorpresivamente,  las propias viejas Compañías Discográficas se fundieron (o mutaron), todas y cada una de ellas?
   La música, como casi todo, se difunde masivamente por Internet. Toda la música. Desde las primeras grabaciones de los años 20 hasta lo grabado ayer. Por supuesto, los canales masivos de difusión (VEVO, etc.) solo promueven los “productos” (ahora ya no son músicos) de penetración más fácil. Con eso colaboran también algunos canales de TV Cable. La fórmula es conocida: música pegadiza, letra intrascendente, alguna muchacha con poca ropa y mucha actitud y abundante difusión. Alcanza. Son 1000 millones de vistas para un coreano bailando payasadas o para “Despacito” (!!) ¿La herencia maldita de The  Monkees  tal vez?
   Es la época de los solistas. Ya sean performers o cantantes (no siempre una cosa incluye a la otra),  la promoción y difusión principal apunta hacia esfuerzos individuales. Los grupos, a nivel masivo, claramente son minoría.
   Técnicamente, la música también es distinta. Hay bandas (y bandas de acompañamiento)  que para la instrumentación sólo usan samples, teclados y, ocasionalmente, alguna batería acústica. Bajos y guitarras tienden a desaparecer. El Rap, por ejemplo, no necesita de instrumentos de cuerda.
   Gracias a que las nuevas generaciones los redescubrieron por You Tube, muchos viejos grupos rockeros aún existen y convocan multitudes. Haciendo, por supuesto, la misma música de 40 o más años atrás. Honorables abuelos todavía se suben al escenario, para delirio de teenagers embobecidos, intentando revivir sus momentos de gloria.
   Está de más decir, y hay que aclararlo para que no quede la más mínima duda, que se sigue haciendo EXCELENTE música. Quizás en los últimos años más aún que en la década anterior. Existen circuitos en los que uno puede acceder a propuestas de primer nivel, en casi todos los géneros que alguna vez pertenecieron al Rock en general. A eso se suma la revalorización de la  “world music”, la aparición de fusiones entre el rock y estilos étnicos, el surgimiento impresionante de la música africana y del Medio Oriente, el siempre presente e imbatible Jazz rock, con grupos e individualidades de primerísima línea y los climas y melodías de la nueva “música ambient”.
    Pero todo ésto en un contexto subterráneo, de baja visibilidad, de inexistente difusión, con mucho de esfuerzo de parte de los propios músicos y con el incómodo sentimiento de estar en presencia de una raza en vías de extinción.

   En la línea principal por donde discurre la música en la actualidad, sobresalen algunos aspectos:

   Gracias a Internet, la difusión es directa, instantánea y potencialmente masiva.
   No hay intentos de hacer música contestataria, no hay mensajes relevantes, no hay siquiera una actitud desafiante.
   No hay experimentación, no hay fusión. En una actitud típicamente teenager, la música y sus respectivos oyentes se han compartimentado. No se escucha otro género que el que ya se eligió. No se escucha otra música que la que uno hace.
   Se escuchan letras simples o ritmos para bailar,  divertirse, o hacer pogo. Todo lo cual está bien. Pero desaparece la música como placer auditivo. Los solos de cualquier instrumento, por ejemplo, ya no existen más.
   Más trascendente aún, ¡no hay ruptura intergeneracional! No se busca una línea de quiebre con las generaciones anteriores, ni musical, ni social, ni ética, ni estética. Los jóvenes no sólo van a ver a los viejos, también escuchan canciones de 40, 50 o 60 años atrás!!!
   Hoy nadie dice, como decía Dylan en 1963, “desconfíen de los que tienen más de 30 años” .
   Pero claro, pudo decirlo porque, aunque en ese preciso momento hacía música folk, Dylan estaba inmerso en el ambiente y en la esencia del movimiento rockero.
  Y, hoy, el Rock está muerto.