Hoy tengo el placer de replicar en esta página una reseña/crónica realizada por el gestor literario, poeta y músico español
Daniel Casado. Refiere a su admiración por la legendaria banda inglesa
Deep Purple, en ocasión de su visita a Mérida en setiembre pasado.
¨DEEP PURPLE O EL ARTE DE LA SUSTITUCIÓN Los
Deep Purple vienen de nuevo a Mérida, esta vez al Teatro Romano, pero lo harán sin el gran Steve Morse.
De inmediato sentí curiosidad por saber en qué manos había dejado el propio Morse el cetro de las seis cuerdas al tratarse de una banda tan característicamente guitarrística. Pues bien, aquí tenemos una prueba de cómo las gasta el nuevo fichaje: Simon McBride. Desde luego, el trono está en buenas manos.
Y es que hablamos de una banda que ha sido capaz de sobreponerse con eficacia a varios golpes fatales. Si ya Guillan fue el reemplazo del cantante original, y con su prodigiosa garganta (juvenil) coronaron una primera época dorada con discazos como
"In rock",
"Fireball" o
"Machine Head", amén del inmortal
"Made in Japan", cuando allá por el 73 la banda se quebró con la salida de Gillan y Glover, los demás no dudaron en reclutar a dos portentosos desconocidos, David Coverdale y Glenn Hughes, con los que superarían (al menos para mí) lo alcanzado antes. Pero el gran mazazo vendría con la deserción del irritable Ritchie Blackmore. Pues nada, sustituto al canto. El elegido, Tommy Bolin, llegó para prender fuego al estilo neoclásico del Hombre de Negro y firmar unas guitarras estrosféricas en
"Come taste the band" antes de inmolarse en su propio vuelo, muriendo de sobredosis con tan solo 25 años.
La segunda espantada de Blackmore, ya en los 90, trajo a la banda nada menos que al gran Steve Morse (Dixie Dregs, Kansas), por recomendación de Joe Satriani. El propio Satriani había realizado una primera cura de emergencia ayudándoles a terminar la gira pero no se veía como reemplazo de Blackmore. Morse, en cambio, asumió el puesto con humildad y elegancia, devolviendo poco a poco a la banda su grandeza magullada.
Cuando en 2002 el mítico teclista Jon Lord eligió a Don Airey como su sustituto, muchos pensábamos que nada sería lo mismo. Y no, no es lo mismo, pero es igual de bueno. De hecho, para mí, quién sustenta en la actualidad el peso creativo de
Deep Purple es Don Airey, simplemente uno de los mejores teclistas de la historia.
Estos viejos
Purple todavía graban muy buenos discos, aún llenan grandes salas y siguen girando por todo el mundo a sus setenta y tantos años, ¿cuántas bandas pueden decir lo mismo tras medio siglo de existencia?
Así estaban las cosas cuando, el pasado mes de junio, nos enteramos casi simultáneamente que los
Purple venían a Mérida y que Steve Morse abandonaba la banda. Lo ha hecho para poder cuidar de su esposa, en dura lucha contra el cáncer.
Pero lo ha hecho, también, sabiendo que es momento de dar la alternativa a otro gran músico.
Quizá sea una lección más de supervivencia de esta banda inmortal.
"Nadie es perfecto" titularon uno de sus mejores directos. Ni insustituible, parecen decirnos ahora.
Tomemos nota.
¨
Deep Purple -
Black Night LIVE (LA SEINE MUSICALE - GRANDE SEINE ) 4K Simon McBride AMAZING SOLO!https://youtu.be/sZqcRUvHFbI


