Bueno, bueno, bueno...
Creo que lo más honrado, intelectualmente, hubiera sido haber hecho un reboot de la serie en lugar de facturar esta película. Esa debió ser la intención quizá en algún momento, pero, atendiendo a la naturaleza mítica del Episodio IV, supongo que no se atrevieron y fabricaron un clon. Hay situaciones tan calcadas, tan calcadas, tan calcadas... Un "homenaje", podrían decir algunos.
Visualmente es fantástica.
Los "muñecotes" son algo más creibles, sólo algo más creibles (visualmente hablando) pero me siguen pareciendo un tanto ridículos. Pero no se cae en el ridículo espantoso de los Episodios I a III, por lo infantil. De hecho, Episodio VII vuelve a ser juvenil y no infantil, no echo en falta las canciones de Elton John, como en Episodio I.
El guión, hace aguas, claro. ¿Cómo es posible tener las habilidades que tiene un Jedi tras mucho entrenamiento así, en un periquete? La niña debe sudar miliclorianos por todos sus poros. Más que decir que la Fuerza está muy presente en ella diríamos que ella es la Fuerza.
Niños abandonados con un destino que no esperan...
Está la tendencia al gigantismo, como la Starkiller (¡qué lástima de planeta!), la pasarela donde se encuentran padre e hijo, o la imagen de Snoke, esa especie de Gollum "perjudicado".
Y el nietísimo... No, no tiene el carisma de Darth Vader. Cuando se quita la máscara digamos que parece un figurante de un vídeo clip de The Cure.
Harrison Ford, como actor, le da mil vueltas a todos. Borda su personaje, lo hace mejor que en la trilogía original (con perdón para muchos mitómanos).
Y el nuevo "droide" me gusta mucho más que R2D2 (lo siento, mitómanos) incluso se me hace simpático, el mejor personaje aparte de Han Solo.
A mí, una de las cosas que sí me gustan de Star Wars es que las mujeres son de armas tomar, no son frágiles muñequitas que necesitan un héroe para salvarse. Piensan, actúan, luchan... y siguen siendo femeninas. Esto es un hecho y al César lo que es del César.