¡Muy bien, Jokin

! He disfrutado leyendo tu reseña de
Presto, al igual que me gusta esa idea de ir seleccionando piezas para un recopilatorio "no tan típico" del trío canadiense

. De este disco se podrían sacar unas cuantas. Entre mis favoritas están "Show don't tell", "The pass", "Presto" (cuyo acompañamiento de guitarra me recuerda, en cierto modo, a "Lessons"), "Red tide" o "Available light", aunque luego hay piezas bastante curiosas, como "Scars" (que incluye ritmos de herencia africana y hasta un bajo secuenciado), "Anagram" (cuya letra está compuesta, en su mayoría, por anagramas) o la rockera "Superconductor", para la que se hizo un videoclip que buscaba hacer una lectura crítica y ácida de la industria musical.
No hace mucho que descubrí este álbum, y aunque lo disfruto bastante, se me hace algo largo en su totalidad (casi 1 hora), algo que no me pasa con los anteriores. Aunque aún hay muchos parámetros sonoros relacionados con
Hold your fire, es cierto que se empieza a notar en el sonido general ese cambio estilístico que se iría consolidando en discos posteriores, con una mayor preeminencia de la guitarra y de las dinámicas de un power trío de rock frente a las capas de sintetizadores que abundaban en los trabajos previos. Creo que, en cierto modo, estos procesos son bastante naturales. En mi opinión, creo que a veces se exagera esa supuesta "incomodidad" de
Lifeson en la producción de los discos de
Rush de los 80. No hay más que ver sus intervenciones y su actitud desenfadada en los vídeos de
Grace under pressure tour o
A show of hands para valorar la importancia de los sonidos, efectos y colores de la guitarra en las composiciones del grupo en esta década, algo buscado por él mismo y que refleja una faceta muy alejada de los
riffs o del acompañamiento rítmico de sus primeros años, pero que dotó al sonido del grupo de una gran y original flexibilidad. El hecho de que busquen nuevamente trabajar con otros sonidos, recursos y timbres no hace más que reafirmar su propia inquietud y evolución como músicos, así como el propio proceso de adaptación a las nuevas tendencias, sus gustos e intereses y las limitaciones que van teniendo con la edad, aspectos que no siempre tenemos en cuenta desde nuestra perspectiva como "fans".

El inicio del disco ya supone toda una declaración de intenciones, con ese
riff a medias entre el rock duro, el funk y el rock progresivo. Como si cogieran el inicio instrumental de "Anthem" y actualizaran/endurecieran su sonido. Al respecto de esta pieza,
Peart dijo en una entrevista para la revista
Canadian musician que le costó mucho encontrar el patrón adecuado para sumarse a ese riff sincopado:
quería mantener un groove y acentuar las bizarras síncopas del riff de guitarra. Técnicamente era muy exigente, pero habíamos decidido que debería tener un groove rítmico por debajo. Para nosotros no es suficiente crear una parte que sea muy intrincada a nivel técnico, tiene que tener un claro sentido musical.Cuando salió
Presto,
Geddy Lee afirmó en una entrevista para
Canadian musician que buscaban
crear un disco que estuviera más basado en las melodías vocales, con los arreglos musicales totalmente supeditados a éstas y con unas letras más cercanas a las vivencias y las experiencias de la gente. También menciona que con la grabación de este disco buscaban una
reacción contra la tecnología. En este plano tuvo un papel importante el productor del álbum,
Rupert Hine (a quien ya habían tanteado para
Grace under pressure), con quien
hicieron un pacto -en palabras de
Lee, que
se estaba cansando de trabajar con ordenadores y sintetizadores: buscaron alejarse de la tecnología digital y de saturar el álbum con cuerdas, pianos y órganos, aunque al final no pudieron resistirse
a usarlos para dar color a las piezas. El currículum de
Rupert Hine es impresionante: no sólo había producido a grupos de rock progresivo y experimental como
Jonesy (
Growing),
Kevin Ayers (
The confessions of Dr. Dream and other stories),
Nova (
Blink),
Dave Greenslade (
Cactus choir),
Café Jacques (
Round the back,
International),
Anthony Phillips (
Wise after the event,
Sides),
After the Fire (
Laser love),
Camel (
I can see your house from here),
Saga (
Worlds apart,
Heads or tales) o
Eight Seconds (
Almacantar), sino que también tenía amplia experiencia como músico desde los 60, con proyectos tan singulares como
Rupert & David (folk),
Quantum Jump (funk) o varios álbumes en solitario. Ese mismo año (1989) produjo también
The other side of the mirror, de la cantante
Stevie Nicks (
Fleetwood Mac), y algunas de las piezas de
Foreign affair, de
Tina Turner, así que hablamos de un productor y multi-instrumentista muy bien considerado, además de un gran conocedor del mercado musical.
Por cierto, que
Jason Sniderman (quien graba "teclados adicionales" en el disco), también participará, años después, en
Clockwork angels (2012), grabando más concretamente el piano en la preciosa pieza que cierra el álbum, "The garden". Escuchándola, me da la sensación de que
Sniderman puede estar detrás de los pianos de "Available light" o -aquí con más dudas- de "Red tide".
Sniderman fue miembro del grupo de new wave/synth pop
Blue Peter, quienes tuvieron bastante éxito con una canción titulada "Don't walk past" (incluida en el álbum
Falling, de 1983). Algunos de los sonidos de sintetizador me recuerdan ligeramente a arreglos en piezas como "The pass" o "Presto".
¡Un abrazo y enhorabuena de nuevo, Jokin!
