Bueno no hay que ser tan drásticos, lo que pasa es que no todo es para todo el mundo ni para todos los momentos, todo tiene su espacio y su función. Parece, según entiendo, que de alguna manera te estabas obligando a escuchar a Ligeti y te ha decepcionado, cuando ya lo habías escuchado sin forzarte a ello y te había parecido fenomenal (en las pelis de Kubrick); ese es el espacio y lugar idóneo en el que Ligeti y tú conectáis, y es tan bueno como cualquier otro. Yo he estado sentado media hora junto al Peine del Viento en el crepúsculo en plena tempestad del Cantábrico y me pareció mágico... En ese momento. No siendo un gran fan de Chillida, parece que al igual que tú necesitas de las imágenes de 2001 para conectar con Ligeti yo necesito del Cantábrico cabreado a la puesta de sol para conectar con Chillida, cosa de la que no puedo disfrutar todos los días... Necesito de algo más que todo eso para soportar a Mozart, que me parece inaguantable

Pero seguro que si rebusco en la memoria hubo algún momento y lugar en que conecté con su música...
Hace poco en Irkutsk tuve una experiencia que me dio que pensar. Estaba en la Casa-Museo del que fue el líder de la Revolución de los Decembristas, en la planta de arriba. Empezó a sonar en la lejanía una música de piano que, sugestionado por la atmósfera y la trágica historia me
tocó profundamente, y así se lo dije a la persona que me acompañaba: 'qué increíblemente bien han escogido la música de ambiente en este museo'. Precisamente, me recordaba a Ligeti

Caminando, sin prisas, nos fuimos acercando, bajando de planta, luego al sótano y por fin entramos en la sala de donde provenía tal poderosa manifestación sonora: era un tipo afinando un piano de cola, que repetía constantemente las mismas notas graves mientras afinaba

En ese momento y lugar conecté con ese tío más que con mil Mozarts

Nos estuvimos riendo todo el día del asunto...