Lo que sucede con libros como Mercaderes del Espacio es que a estas alturas la impresión que da es de ingenuidad, como a mi me la da la trilogía original de las Fundaciones de Asimov.
Con la literatura de género en general, pero con la ciencia ficción en particular, se nota mucho cuándo está escrita. Siempre he pensado que ha sido un buen reflejo de los miedos e inquietudes (tambien de las esperanzas) de cada época en que ha sido concebida.
Por ello, prefiero Pórtico a Mercaderes del Espacio.
Todo ello sin demérito de Pohl, que fue un maestro.