Bueno, y este es el disco que había pedido. Se trata de un disco más en mi profundización en esa banda llamada Big Big Train. Un disco que me da una imagen más completa de lo que ha sido la trayectoria del grupo y que, a lo mejor, a alguien puede haberle llevado a una idea equivocada.
Big Big Train tiene dos etapas muy diferenciadas. En la primera, el vocalista principal es Sean Filkins, mientras que en la segunda es David Longdon.
Además, en este disco, último con Sean Filkins, se une al grupo de forma permanente Nick D'Virgilio. Viejo conocido de varios grupos, incluido Spock's Beard y batería en Calling all stations de Genesis.
La entrada de D'Virgilio y Longdon dan un giro completo a la banda, ya que este último se une en labores co-compositivas a Greg Spawton, quien, hasta esos momentos era el líder absoluto y compositor de todo el material.
El grupo, en su período 91-97 es un buen grupo, muy en la onda Genesis, aunque también incluye otras influencias, pero al que le falta chispa y, sobre todo, calidad melódica. Sus discos son buenos ejercicios de estilo, pero les falta chispa, algo que realmente haga que llamen la atención.
Con la incorporación de los dos citados, la cosa cambia radicalmente y, tras un primer disco (mucho mejor que los anteriores, pero un tanto dubitativo) llamado The Underfall Yard, se adentran en lo que es su verdadera etapa de interés. Una etapa que comienza en 2012 con English Electric y que, para mi, ha dejado hasta el momento 3 verdaderas obras maestras y un fabuloso directo. El citado English Electric (disco que, en su edición doble actual, incluye las dos partes originales presentadas como cds independientes más el EP con grabaciones de ese periodo "Make some noise), Folklore y el recientísimo Grimspound, más el directo "A Stone's Throw From The Line".
Esos tres discos de estudio se los recomiendo encarecidamente a cualquiera que guste de Wind and Wuthering pero que esté abierto a la mezcla de esos elementos con otros de distinta procedencia.
En concreto, Longdon incorpora un profundo amor por el folclore inglés (también de otros sitios), como lo demuestra el hecho de que en el último disco (Grimspound), el fabuloso tema The Ivy Gate cuente con la voz de Judy Dyble, de Fairport Convention.
Quizás, quien haya escuchado alguno de sus primeros discos (los anteriores a 2010) pueda haberse hecho la idea de que es un grupo más en la onda Genesis sin demasiado interés, pero, repito, esa es una etapa anterior. La calidad melódica de las composiciones incluidas en los tres últimos discos son fantásticas. Temas que, eso sí, hay que escuchar varias veces para que vayan entrando pero, cuando lo hacen, no te los quitas de encima.
Me encanta este grupo o, al menos, me encantan sus tres últimos discos.