]Hola Carlos, lamento profundamente tu decision, que por supuesto no comparto, nos quedaremos sin las proximas cronicas de
KING CRIMSON, algunos esperamos con ilusion la segunda parte de tu libro,. me da pena este hasta luego de la escritua musical ,como me dio
mucha pena la desaparicion del Chamberlin.
Recuerdo que nos conocimos hace ya casi 20 años, en DISKPOL, Y fue precisamente por algun escrito tuyo sobre PETER HAMMILL, en el mellotron, ya ha pasado tiempo¡¡¡¡¡¡ cualqier tiempo pasado fue mejor..
luis
Luis. Recuerdo lo que dices.
Más que una decisión es la constatación de un hecho. Yo no doy más de sí. Así que en lugar de hacerme mala sangre pensando en todos los proyectos no realizados y que están esperando prefiero vivir algo más tranquilo. Nadie sabe la envergadura de lo que no he podido realizar: mi viejo proyecto sobre música en general que se hubiera llamado Escritos sobre música no comercial, el libro sobre Peter Hammill, el de Robert Wyatt, los articulos previstos sobre los grupos de Pat Mastelotto, dos artículos nuevos sobre Ángel Ontalva, mi Sinfopedia reconvertida en libro sobre Christian Vander (que es lo más doloroso de abandonar), mi libro sobre Soft Machine, etc.
King Crimson. Habrá que esperar a que termine la época actual para poder penar en ella como proceso. De todas formas si desde mayo de 1999 no se ha agotado una tirada de 3080 ejemplares las cifras cantan por sí mismas.
Y repito. Lo peor para mi es lo de Vander.
No es imposible que retome estas cosas pero no en estas condiciones.
Supongo que seguiré colaborando en los medios pero con cuentagotas.
Seguiré yendo a los programas de radio donde se me invite.
Además, otros pueden escribir acerca de estos temas. No tengo porqué ser necesariamente yo.
Y si larga era la lista de proyectos con relación a la música no lo es menos la de los proyectos literarios. Deberíais ver mis papeles personales, donde apuntó todas las cosas desde hace años. Las ideas surgen y no hay tiempo para convertirlas de potencia en acto. Y esto sólo puedo hacerlo yo. Nadie más. Mi elección está clara a partir de este hecho.
Larga vida a
Orchestron que toma el relevo de
El Chamberlin y en cuyo primer número y por diversas circunstancias no he podido colaborar pese a que yo mismo sugerí su nombre.