Y ahora suena algo bello y relajante, y con una historia singular que podéis leer
aquí. Resumiendo (pero merece la pena entrar y leer sobre la representación que organizó
John Cage en 1963), es una obra cuya partitura, de 18 notas y que
Erik Satie escribió sin especificar el instrumento y sin más indicaciones que
très lent, está concebida para ser repetida 840 veces -la de
Cage duró 18 horas y 40 minutos, con diversos intérpretes muy conocidos-. En este caso la obra, interpretada por
Alan Marks al piano, consta de 40 repeticiones y 70 minutos. No sé si debido a mi pasión por el
Satie más lento -como comentaba hace nada-, de algún modo me inhibo de la percepción de la repetición, pero me está resultando, como decía, relajante y de gran belleza. La portada me gusta mucho, por cierto.
Erik Satie - Vexations (Decca, 1990)Vexations
Alan Marks, piano