Y luego seguiré con esta rara avis de Miles DAvis. Su concierto en Tokyo del 64, donde, antes de fichar definitivamente a Wayne Shorter para configurar su segundo quinteto, tocó con Sam Rivers (su única grabación con él).
Los casi 13 minutos de My Funny Valentine son para quitar el hipo.
y es que me gusta mucho su segundo quinteto (sobre todo) y, por supuesto, el primero con Coltrane (aunque Coltrane ahí, todavía no fuera Coltrane, ya me entienden), pero también me gusta mucho, muchísimo, esta etapa intermedia a la búsqueda de la formación perfecta y, en los últimos meses, particularmente, del saxofonista perfecto.
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