Al margen del de Mike Oldfield, que no he escuchado, y del "90125", no sé bien por qué, no me podría decidir por ningún disco. Eso sí, preferiría algún tormento chino antes que tener que volver a escuchar esos discos de Genesis. Como diría Lovecraft, el piadoso olvido (más que la locura, en este caso) ha venido a traer paz a mi mente.