En este caso hay una suma de momentos que produce un efecto sinérgico. Y eso conmociona, que es al final de lo que se trata.
He llegado a leer especulaciones absurdas acerca de que la sinergia fue "provocada", que si la muerte se programó de alguna manera. Comentarios descabellados y absolutamente fuera de lugar. Me parece que hay gente que no sabe ni lo que es el cáncer, ni lo que es la muerte.
la muerte dudo mucho que lo sepa alguien lo que es hasta que le llega irremediablemente....de todas formas dada las circunstancias, es logico que empiecen con paridas de ese estilo, ten en cuenta que este momento que estamos viviendo decadas adelante en el futuro va a ser mitico....y las especulaciones van a salir por doquier.
Bueno, obviamente no hablaba de la muerte como experiencia subjetiva, sino del hecho de ser testigos de la muerte.
¿Las especulaciones...? Escribirán toneladas de libros.
Pues si, son de esas estupideces que siempre suelen surgir. Hay que ver las ganas que algunos tienen siempre de poner en marcha la teoría conspiranoide para todo.
En este caso, además, el disco estaba anunciado para el día 8 de enero desde no sé cuantos meses antes. Pensar que fue la muerte de Bowie lo que se "programó" para adecuarlo a tal fecha es una sandez como la copa de un pino. Bastante tiene uno con morirse, imagino, como para estar pensando en esas chorradas.
Hoy lo que me ha soliviantado especialmente es la crítica que Diego Manrique hace a Blackstar. Se ve que este hombre necesita que alguien le preste atención y, en estos momentos, no ha encontrado otra forma mejor que "ningunear" el disco, dándole un gracioso 6,5 sobre 10.
Ni siquiera se molesta mucho en justificar el porqué de su tibia valoración. Lo único que dice es que el disco es muy corto en términos de duración y que dos de los temas ya se habían presentado antes.
Ambos argumentos son una absoluta estupidez. El disco dura 42 minutos. No parece que los 40 minutos que duran Sgt. Peppers, Heroes Dark Side of the Moon o Close to the Edge (37 minutos en este caso) hayan sido nunca óbice para que sean considerados obras maestras. Pero es que, si además tenemos en cuenta que el hombre estaba en las últimas, esgrimir eso como argumento de demérito me parece no sólo injusto sino cruel.
En cuanto a los dos temas presentados anteriormente, lo habían sido muy recientemente y, por tanto, como ha ocurrido tantas veces, no es descabellado que tuvieran acogida en el álbum siguiente. Pero es que, en este caso, además, la "reconstrucción" que ha hecho de ambos temas es tan completa que no se puede hablar casi, ni siquiera de esos mismos temas, sino de un resultado muy diferente.
Afortunadamente, como decía, muchos otros críticos (mucho más afamados y con mejor criterio que Manrique) otorgaron máxima valoración el disco antes del fallecimiento, lo cual garantiza que su criterio se basara exclusivamente en elementos artísticos y no circunstanciales.