El que algo se entienda o no, no depende de la voluntad de uno mismo, creo. Podrá depender de uno, sí, pero no de su voluntad.
Por otro lado, si no estuviera de vuelta de muchas cosas, lo de considerar rídiculo un debate que me concierne (ya que están en juego mis convicciones más profundas y que son las que ayudan a dar un cierto sentido a mi vida), me hubiera ofendido hasta la médula. Pero no, no estoy ofendido, lo único que veo es que parece que no se comprende lo que quiero decir. Ojo, que yo no quiero convencer a nadie de nada, sólo exponer mis puntos de vista, que a veces sé que van en contra de lo que se piensa en general. Hace mucho tiempo que sé que nado contracorriente, lo único nuevo para mi ha sido objetivar esas fotos con espadas láser de algunos de mis autores españoles de referencia.
Pero es que, claro, hablamos de cosas distintas.
Cuando por un lado se habla de entretenimiento, yo, de lo que hablo, es de la plenitud de la experiencia vital. De hecho, dado que he dado el paso de pintar (lo abandoné), escribir canciones (lo abandoné) y finalmente de escribir narrativa en prosa (básicamente centrada en ella) no ha sido por un propósito de entretenerme. Tampoco he tenido el ánimo de entretener a los demás. Al menos yo no pienso en esos términos. En realidad es algo mucho más simple. Hay historias que esperan ser narradas, pasar de la potencia al acto. Así que como escritor sólo me debo a lo que me pide el texto, que a veces es muy exigente y me ha hecho tener curiosas experiencias. A veces es doloroso, ya que escribir en serio no es un placer, pero lo peor que he experimentado ha sido el terrible vacío que se siente al terminar algo.
Luego está el tema de lo que es o podría ser (o haber sido) la Ciencia Ficción. En un momento dado, en una encrucijada histórica muy concreta, no sólo artística sino también social y política, la irrupción de Star Wars ayudó a determinar una dirección sobre qué era o podría ser el género de cara al público general, los aficionados, y la crítica (especializada a no). Incluso determinó el comienzo de la involucración en el género de futuros autores (y de esto tengo constancia en España).
Independientemente de lo que uno piense (sobre estética) y de lo que a uno le guste (o no), ese año 1977 fue crucial para dar por finiquitada toda la herencia de los años sesenta y setenta. En el ámbito de la Ciencia Ficción fue evidente, se acabó la Ficción Especulativa, la New Wave, las cajas de Pandora desatadas por antologías como Visiones Peligrosas. Igual que en música popular acabó una era para dar paso a otra, con sus luces y sombras, con sus éxitos (artísticos) y fracasos.
Etc.