Tengo que reconocer que a mi también hubo un par de momentos en que estuvieron a punto de saltárseme las lágrimas.
Esa forma de "contar" lo que dice es única.
Comentaba Inés que, en algunos momentos, es difícil decir si lo que estás viendo es un concierto o una especie de representación teatral, ya que no es alguien que se limite a tocar o cantar unas canciones sino que las "interpreta".
Por cierto, ella es la segunda vez que le ve y le gustó mucho más aún que la primera vez en la sala Clamores (donde ya le gustara)
Estoy de acuerdo con Carlos en la importancia que ayer tuvo el piano. Un instrumento con el que fundía, no sólo los sonidos, sino la pasión.
Su forma de tocar dista mucho también de ser "académica". No es alguien que se apoya en las teclas para cantar una melodía, sino alguien que integra la música en su discurso de un modo absolutamente emocionante.
Recuerdo que, en otro foro, hace tiempo, comentaba con jajani el tema de la importancia de los directos como forma de complementar o no la visión de un músico.
Si algo tengo claro hoy en día es que hay dos músicos-grupos donde el directo no sólo es "complementario" sino absolutamente esencial: Hammill y Magma.
La idea que uno puede tener de ellos es totalmente pálida y sin aristas si no se les ve en directo.
Tradicionalmente, uno va a un concierto y sí, lo disfruta y, además, siempre tiene el plus de ver a pocos metros al músico al que admira o que simplemente le gusta, pero en el caso de Hammill y Magma es muchísimo más que eso. Es una experiencia única donde la emoción que se alcanza es imposible con la simple escucha de un disco.