Ya sabes que yo estoy actualmente enganchadísimo a Bruckner. Tengo también sinfonías de Shostakovich y de Mahler, pero me gustan mucho menos que las de Bruckner.
Dicho esto, te doy mi opinión respecto a la pregunta que planteas. A mí siempre me ha pasado eso con los discos largos, y las sinfonías a las que te refieres suelen ser larguísimas. Para que un disco -de Rock o Clásica que son lo que yo conozco- sobrepase los 40/45 minutos -se ve que mi cerebro funciona a ritmo de formato vinilo
- y me guste sin aburrirme, tiene que ser MUY BUENO, y no hay muchos así. Una gran parte de los dobles LPs setenteros me parecieron un coñazo insoportable. Me viene a la cabeza en estos momentos el
Recorded Live de Ten Years After, que lo tengo desde la adolescencia y siempre me ha parecido un tostón. Si embargo, los Lps sencillos del grupo siempre me han gustado.
Bueno, pues con la clásica pasa lo mismo. Un concierto de 20/25 minutos, una cantata de esa misma duración, y cualquier otra pieza de esa duración siempre me apetece escucharla. Una sinfonía de Shostakovich, o incluso una de Bruckner, hay que tener muchas ganas de ponérselas para disfrutarlas sin acabar harto.
¿Te pasa también con las de Beethoven que son mis favoritas y nunca me cansan? Imagino que no, porque excepto la novena, son más cortas.
Saludos, boquerón
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