En paralelo con este hilo hay un documento donde recojo lo que aquí y en otros lugares escribo sobre mi producción literaria, mis lecturas y mis pensamientos sobre el proceso creativo. Lo cierto es que de cara a quien pudiera estar interesado en mi obra, ahora o en el futuro, algo posible pero altamente improbable, iba a encontrarse con referencias bastante importantes sobre lo que escribo, leo y pienso, es cierto, pero ninguna en absoluto sobre lo que yo pienso, siento y soy. Esto lo digo no por un ataque de egocentrismo agudo sino porque sospecho que el entorno biográfico y emocional es importante para poder entender y analizar según qué cosas. Y esto no lo va a encontrar aquí. Si hubiera llevado un diario personal desde la adolescencia esa información la tendría quien pudiera estar interesado. Pero no lo llevé. No es que me arrepienta de no haberlo hecho, ya es irremediable, pero sé que podría ser útil. Y en cuanto a mí, una nueva lectura de mi pasado podría ser algo vertiginosamente doloroso y no diré más. Así, habrá incógnitas. Si se analiza todo lo que he hecho se verá que hay un antes y un después de 2012, pero leyendo estas páginas constatará el hecho pero no sabrá las causas. Y luego está la sempiterna pregunta que acecha en la mente de los lectores: ¿cuánto de esto es en realidad confesional?
No, no habrá respuestas aquí.
Mi vida tiene algo de curioso pero no la suficiente entidad como para escribir unas memorias. Eso es algo que estoy seguro que no voy a hacer, hay cosas mucho más urgentes y, además, eso es algo que se hace cuando lo sustantivo de una vida ya ha pasado. En teoría me quedan veinte años buenos antes de la decadencia, la senilidad y la muerte. Prefiero hacer algo nuevo a fijar el pasado. Además, mi memoria me traiciona y habré olvidado nombres, gentes y situaciones que fueron relevantes en cualquier sentido. Amor, dolor, conocimiento... Así pues, quizá al final, no ahora.