Holaaa!!
Como siempre, un placer veros a todos. Disfruté muchísimo con los conciertos, pero, casi más, con el ambiente humano. ¡Sois muy buena gente! Fui con Miriam, mi novia, y a pesar de ser la única chica, y de no conocer nada este tipo de música, se sintió bastante cómoda entre vosotros. Hasta es posible que vuelva, jeje. Gracias.
He escrito una crítica con mis opiniones personales.
Les Oranges Bleues -> Comienzo suave, ligero y agradable. Ya le advertí a Miriam, a la que le gustó este concierto, que este grupo no tenía demasiado que ver con el resto de lo que se iba a ver en el festival. El saxo empezó en el primer tema haciendo cosas interesantes, pero se fue desinflando por momentos, a medida que el cantante -pésimo en mi opinión, y totalmente prescindible- adquiría protagonismo. La música se podría describir como chillout-jazz, para que os hagáis una idea. Un poco simple y repetitiva, pero agradable de escuchar. En fin, uno de estos grupos que no deja poso.
Artus -> ¡Menudo contraste con el grupo anterior! Musicalmente no es que me parecieran muy brillantes, pero su propuesta ganaba mucho con la puesta en escena oscura y siniestra, con esos instrumentos folklóricos (zanfoña y una tabla de percusión cuyo nombre desconozco) usados en una música tan infernal. En algunos momentos me pareció que estaba asistiendo a algo satánico. Se respiraba algo verdaderamente oscuro y malvado en el aire. Su forma de cantar corroboraba esa sensación, pues todos recitaban a coro unas estrofas en una lengua extraña (¿sería occitano?), como si pretendieran invocar a los espíritus. Fue una experiencia singular, en la que disfruté bastante.
October Equus -> El concierto me pareció muy bueno en algunos momentos, pero en otros se me hizo aburrido. No es mi estilo de música preferido (la formación que más me gusta de su onda es Isla Purgatorio, más jazzistica).
Doctor Nerve -> Me pareció bastante repetitivo. Como dijo Carlos tras el concierto, es una pena que tan buenos músicos (porque lo son) hagan una música tan previsible, plana, sin sorpresas. Tuvo momentos buenos (con mofas al género del rock progresivo incluidas, algo fuera de tono en mi opinión *), pero nada más que recordar. Lo mejor para mí fueron algunos de los solos de guitarra de su líder, que verdaderamente toca muy bien.
* Fue sarcástico entre otras cosas con la duración de los temas de rock progresivo, como si Doctor Nerve, haciendo temas cortos, ya estuviera un paso por encima de las vacas sagradas del género. Pues no, lo siento, pero para mí que Yes, Genesis, King Crimson, etc., aunque estén muertos, no han sido superados en algunos aspectos, y menos por una banda plana como Doctor Nerve.
Stabat Akish -> Una de las sorpresas más agradables del festival. Un grupo de jazz bestial, buenísimo, con composiciones muy, muy bien construidas. Me encantó su sonido cálido gracias a la marimba.
Caillou -> Un buen concierto, muy energético, pero para mi gusto el batería (enorme y buenísmo, no lo niego) eclipsaba demasiado al resto del grupo. Una música demasiado drum-oriented para mí. Se me hizo algo aburridillo.
Artaud Beats -> Una de las rarezas del festival. Realmente difícil de describir y clasificar. A mí me dejó un tanto indiferente. Me gustó en algunos momentos y en otros me pareció una tomadura de pelo, pero en líneas generales, ni puedo decir que me desagradara ni que me gustara. No es música, eso está claro. Era una performance, un teatro, en el que la música pasaba a un segundo plano. Y en ese sentido, sí que me molestó que, siendo tan buenos músicos todos ellos, hayan terminado haciendo algo así, en lo que ni siquiera se pretendía llegar a algo musical partiendo de ese caos. Como cuando Picasso pintaba monigotes, vamos. Y además, hay que decir que eso dejó de ser vanguardia hace muchos, muchos años.
Magma -> Brutal. Era para mí el plato fuerte del festival, y no me decepcionó. Tocaron muy bien, como una máquina de precisión. Ver a Vander en directo es una gozada: cómo disfruta, cómo dirige a todos con la mirada, cómo llega a la catarsis y contagia ese sentimiento en todos los que lo ven. Si le puedo poner un pero, sería la voz solista masculina. No está a la altura del gran Klaus Blasquiz: le falta personalidad y presencia.
Ni -> Pues no sé, porque nosotros no fuimos a ese concierto. Estábamos agotados, y después de ver a Magma, lo más cabal era marcharse a descansar.
Chromb -> Lo disfruté mucho. Una mezcla agresiva y divertida de punk y progresivo.
Fred Frith -> Me sorprendió gratamente, porque esperaba que fuera parecido a lo de Artaud Beats (ya había visto vídeos de Frith en directo), y, sin embargo, me pareció que había una gran diferencia: Frith sí buscaba llegar a algo musical, aunque partiendo de elementos no musicales como ruidos y golpes de objetos cotidianos con su guitarra. Consiguió unas sonoridades y unas texturas increíbles, que no parecían hechas con esos elementos. Y al final se marcó una canción alienígena, mientras pasaba arena o arroz de un recipiente a otro de su guitarra, que fue de lo mejor del concierto. Una preciosidad, que me dejó en un estado extraño de relajación contemplativa zen.
Le Silo -> Uno de los mejores conciertos para mi gusto, lleno de energía, musicalidad, composiciones brillantes, buen humor, etc. El guitarrista se marcó algunos solos bastante frippianos, aunque destaca por encima de todo la pianista, ¡vaya pianista!
Offering -> Genial, lo disfruté muchísimo. Se dejaron notar las múltiples influencias del proyecto: soul, jazz, free jazz, música negra, etc. Tuvo momentos de gran intensidad (incluso llegó a sangrar uno de los percusionistas, lo que daba un poco de grima). Y, por encima de todo, ver a Vander disfrutar cantando y tocando es una maravilla. El pianista, por cierto, se marcó un solo de free jazz que fue alucinante, de lo mejor del concierto.
The Young Gods -> Pues un grupo que no pega ni con cola en el festival, pero yo reconozco que no me desagradó verlo. Es una música muy simple, machacona, pero conseguían crear un ambiente interesante. Aguantamos bastante más que el resto, de hecho creo que fuimos de los últimos españoles en la sala, jeje.
En general, me gustaría comentar que hay un "pero" que le pongo a bastantes grupos, de los cuales muy pocos se salvan (Magma, Offering, Le Silo, Stabat Akish y pocos más que recuerde). Se trata de lo siguiente: parece que muchos entienden que para ser "vanguardistas" tienen que incluir momentos caóticos en algunas partes del concierto. Lo típico del saxofonista que se pone a hacer ruidos con el instrumento (soplando mal), el guitarrista que toca mal por un rato, etc. A ver, eso son técnicas que, en ciertos momentos, pueden estar bien. Pero en primer lugar, ya no tienen nada de vanguardistas (en la música clásica se llevan usando desde hace más de medio siglo), y en segundo lugar, sólo deben usarse si se pretende algo con ello, si se busca aumentar la expresividad puntual de alguna pieza o lo que sea. Por ejemplo, el pianista de jazz Don Pullen tocaba notas aleatorias en las partes más álgidas de sus solos y con ello lograba una mayor expresividad e intensidad. Bien, eso es lícito. Pero hacerlo por hacerlo no vale de nada, y da la impresión de que es un "cupo" que hay que cumplir, como el típico desnudo de las películas españolas. Eso es lo que me fastidia.
En este sentido, chapeau para los que no abusaron de eso. En todo caso, es mi opinión, como el resto de la crónica.