En mi caso, lo de Yes es muy curioso, ya que, como sabéis, me declaro fan o, al menos, alguien que compra sistemáticamente todos sus discos. Los tengo todos, incluidos los directos.
Sin embargo, reconozco que es el único caso en el cual llevo comprando sus discos mucho más tiempo del que sería lógico dado el nivel de satisfacción que encuentro en ellos.
El problema con Yes es que, en mis años mozos, me gustaron mucho, muchísimo. No creo que nunca haya disfrutado tanto de unos discos como en aquellos años lo hiciera con Close to the Edge, RElayer, etc. Discos que me sabía de memoria y que debo haber puesto cientos y cientos de veces.
Eso hace que, a partir de Going for the One, siempre haya acabado por comprar sus nuevos discos, a pesar de que, cada vez más, se iban alejando de lo que realmente me podía gustar.
Si exceptuamos Drama y Fly from here, que son los dos discos que más me gustan tras Going for the One, el resto van de lo simplemente aceptable a lo manifiestamente deplorable (para mi, claro). SI a eso añadimos la infame calidad de la mayor parte de la discografía de Rick Wakeman, de algunos de los discos de Jon Anderson y el penoso nivel medio del resto de obras de éste y de casi todo lo que ha producido Steve Howe, tenemos una colección enorme de discos cuyo nivel apenas alcanza el cinquillo pelado (siendo benevolentes)
Con cualquier otro grupo haría mucho tiempo que habría dejado de seguirles, pero con Yes, el peso de aquellos grandes discos de los 70 hace que, al final, uno siempre acabe picando en el disco nuevo para llevarse una nueva decepción.
Por eso, a mi la verdad es que me da lo mismo si Rabin es mejor que Sherwood o si Open your Eyes es mejor o peor que Talk. Nada de eso me interesa lo más mínimo y, si no fuera porque algunos de esos miembros participaron en Close to the Edge, RElayer o Tales, no daría más importancia a esos otros discos de la que puedo conceder a los discos de Foreigner o de Journey. Es decir.. ninguna.
Particularmente, RAbin me resulta un músico desagradable, en el sentido de que pertenece a una estética musical que no me interesa lo más mínimo. Es cierto, Sherwood es un sosías que intenta emular a Squire, pero, al menos, intenta emular a alguien que si me gusta. RAbin tiene mucha mas autonomía, pero jamás me ha interesado lo más mínimo nada de lo que ha hecho. En consecuencia, soy incapaz de establecer ninguna distinción entre ambos. Los dos me dan absolutamente igual. Por mi como si hacen un grupo de rancheras juntos.
casi lo mismo es aplicable a los demás. Llevan tantos años haciendo cosas que me traen al pairo que, a estas alturas, no tengo ningún criterio para establecer si Howe es mejor que Anderson o si Wakeman tiene más interés que White.
Lo más que espero de esta aventura de AWR es que encarguen la portada a Roger Dean y, al menos, haga algo digno de añadir a su larga colección de portadas vinculadas al grupo o a sus miembros. Musicalmente, es como si ya lo hubiera escuchado. No espero ninguna mínima sorpresa.
Eso si, personalmente, creo que lo que más satisfacción me daría es tener la suficiente fuerza de voluntad como para no acabar, una vez más, comprando el disco. Sería como cuando dejé de fumar.