Ya. Sé que es así, pero con las bandas sonoras voy embaladísimo.
A mi me ha pasado igual.
Ha sido todo un descubrimiento.
Durante años, no he querido entrar en este mundo porque me temía que me iba a abducir.. y así ha sido.
De pronto, un tanto cansado como estaba (he de reconocerlo) de escuchar siempre lo mismo y de estar detrás de la enésima propuesta que, más o menos, venía a ofrecer lo mismo de siempre, ha sido como abrir puertas y ventanas y dejar respirar la casa.
Imagino, como ocurre en todos los ámbitos, que quien lleve años y años en este mundillo habrá llegado a la misma conclusión que nosotros sobre el prog o que los aficionados al jazz sobre esta música, que, más o menos, todo está ya trillado y la gente se repite. No lo sé, pero el hecho es que entrar de repente en un mundo como ese, para quien no lo conoce, es como encontrarse un continente entero por descubrir.
Y un continente que, además, no es del todo ajeno, porque hay propuestas que pueden entroncar muy fácil con los gustos de alguien acostumbrado a escuchar rock progresivo... pero bajo otros parámetros y condicionantes muy diferentes.
Además, para quien, como yo, se declara amante del cine, todo esto tiene un valor añadido o, al menos, algo que facilita un mejor aprendizaje de lo que vas escuchando.
Estos días estoy viendo varios días de YouTube donde se analiza la integración de algunas bandas sonoras con las películas, su significado, etc. y me resulta apasionante.
Todo ello, sin dejar de lado, por supuesto, que la mayor parte de ellas son perfectamente escuchables y disfrutables sin hacer ninguna referencia a la película en la que se integran, ya que los scores suelen tener "vida propia".