Yo llevo un tiempo en el que casi todo lo que leo me resulta regulero.
Acabo de terminar
El Grito Silencioso, de Kenzaburo Oe, nobel de literatura. Y el caso es que los dos primeros capítulos, 50 páginas, son estupendos; introspección, reflexión, obsesiones... y mientras la trama da sus primeros pasos el escenario es muy estimulante, pero comienza a desarrollarse la historia, más sosa que un pan sin sal, y todo se viene abajo. Bien escrito, pero muy aburrido. Al final, después de 250 páginas de bostezos y tedio, parece que (parece) la cosa mejora, por volver de nuevo a las sufridas metidaciones del protagonista, pero todo se cierra de forma tópica y torpe. La verdad es que ha sido una decepción.
Y aquí la portada de la versión de anagrama:
PAZ jente