A ver, Quevedo es mucho más difícil, expliqué en un post pasado que no sólo era cosa de palabras en desuso, sino objetos y costumbres desaparecidas, referencias históricas... y la mala baba y lo retorcido que era, con la diferencia de que en ocasiones éste llega a ser críptico (hay poemas que no consigo descifrar).
Lo que sí hay que hacer es un ejercicio de abstracción y ser objetivo: que tú no hayas necesitado un diccionario hasta ahora no implica que para mucha gente sea un libro sencillo, y mucho menos el hecho de que te guste quiere decir que a cualquiera le vaya a enganchar. Yo por ejemplo disfruto de determinadas músicas, pero no soy capaz de llegar al nivel de entrar en discusiones sobre "la sutileza de las músicas orientales, su dificultad rítmica comparada con el romo entendimiento del ritmo en la música occidental,y la complejidad melódica, con los melismas y la microtonalidad y eso...", pero me encanta leerlo y aprender.