Prácticamente en todos los géneros musicales podemos encontrar valores para resaltar. Tanto en el rock con sus diversas ramas, en el pop, como en lo clásico, en los ritmos autóctonos de cada sitio y lugar, de todos ellos (o de cualquiera), nos llegan melodías estupendas u originales composiciones que algunos grandes del universo musical desearían haber creado. A veces, desde el repertorio de un cantante de los llamados ¨populares¨ o ¨comerciales¨, nos llegan producciones excelentes. Aunque, claro está, en la mayoría de las oportunidades esas canciones son solamente ¨la aguja en el pajar¨, o ¨la excepción a la regla¨.
ICRP 1961 escribió alguna vez por aquí que ¨Nadie escucha un solo tipo de música¨. Esa breve reflexión, que compartimos plenamente, es la realidad que nos permite comparar, de continuo, nuestro gusto con otras corrientes musicales, contraponer estilos, y seguir eligiendo. No solamente es un ejercicio de libertad, sino que se nos aparece como una imprescindible disciplina absolutamente necesaria para no encerrarnos en una burbuja de ¨siempre lo mismo¨.