Mis audiciones siempre van por rachas. En los últimos meses, casi un año, no he escuchado prácticamente otra cosa que no fuera progresivo y, de forma prioritaria, Magma y RIO.
En un momento dado me apeteció darle una oportunidad a una asignatura pendiente: Nick Cave. Y eso ha abierto la puerta para que, en las últimas dos semanas, mis audiciones se decanten mucho más por el lado de esa otra vertiente, la conformada por Tom Waits, Dylan, Cohen, Neil Young, Lou Reed..
Hoy estoy con este penúltimo disco de estudio de Nick Cave. Un disco que es una especie de rara avis, si nos ceñimos a la discografía de NC and the Bad Seeds. Evidentemente, recoge parte del espíritu de Grinderman (un proyecto que para mi carece de demasiado interés), pero llevado al terreno de los Bad Seeds.
El resultado?. Un disco muy enérgico, como probablemente nunca habían sacado a la luz, lleno de buenos temas que sorprende en un momento de la carrera de NC & TBS, cuando ya parecía que sus discos discurrían por la vía del intimismo y la melancolía.
A mi este disco... me gusta
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