Sinatra es, sin duda, uno de mis artistas favoritos. Por supuesto, me encantan sus discos de los 50, todos sus discos para Capitol Records son una auténtica maravilla, pero también me gustan muchísimo discos posteriores y anteriores.
Sinatra es uno de esos músicos de los que, por encima de que sus discos sean mejores o peores, puedo decir que tiene algo que hace que siempre consiga llegarme.
Además, para mi, tiene una extraña cualidad, y es la de que siempre consigue "levantarme el día". Si un dia me levanto de bajón, basta con que me ponga a Sinatra para que todo aparezca de otro modo. Por supuesto, es algo particular que nada tiene que ver, seguramente, con la calidad artística ni del cantante ni de los discos, sino de una especie de sintonía emocional que rara vez consigo con músicos y grupos que, objetivamente, me gustan muchta dio más.
En cuanto a la vieja discusión sobre si debemos aislar al personaje de la obra, es evidente que eso resulta más sencillo en el caso de personas que ya han fallecido (especialmente, si lo hicieron hace tiempo). En líneas generales, yo no tengo demasiado problema para realizar esta diferenciación y, es más, en rara ocasión me paro siquiera a analizar las características personales de los músicos.
Quizás, hay alguna excepción, evidentemente, en el caso de aquellos músicos donde la música y el personaje se identifican de forma muy clara, ya que la música recoge bien a las claras, ya sea por las letras, ya por las actitudes en escena o bien por ambas cosas. ES lo que me ocurre por ejemplo con ese músico que empieza por Z y acaba por A, y que, daré una pista... no es Zinatra