Ayer y hoy he dado algunas de las escuchas que más he disfrutado nunca de este disco. No es especialmente accesible: aunque tiene
algo que me ha enganchado casi desde el principio, digamos que el resultado de ellas tiende a ser para mí irregular, lo que no ha sido óbice para que esta vez haya vuelto a tener esa maravillosa sensación de que un disco
se abre. Improvisación con altas dosis de experimentación en la que a veces es complicado incluso determinar el instrumento que suena,
Elliott Sharp (bajo de ocho cuerdas, pedal steel guitar, clarinete bajo y ordenador) y
Reinhold Friedl (piano), firman un estupendo trabajo que empieza de forma un tanto irregular hasta el cuarto tema, momento en el que la cosa va cogiendo forma y, sobre todo, el quinto,
"NostalgiA", de sonoridad envolvente y una de las claves de esa apertura a la que antes me refería; a partir de ahí, ya con el melón abierto, sólo queda disfrutar... y mucho: se suceden los estupendos
"Also known as" y
"Afterlight", y llega el que desde la primera vez que lo oí para mí fue "el" tema,
"Ostseh", con un estupendo clarinete bajo y unas manipulaciones aún mejores... es mágico. Las dos piezas finales sólo abundan ya en la tridimensionalidad de la música, dejando un inmejorable sabor de boca. Y, de nuevo lo digo, mención especial para una de las portadas que más me han gustado nunca: me resulta tan evocativa como el disco en sí.
Reinhold Friedl & Elliott Sharp - Anostalgia (2002)