He seguido con el tercer disco de Jean Michel Jarre, dada la buena impresión que me causaron Oxygene y Equinoxe. Sin embargo, aquí la ya cosa se tuerce.
No es que sea radicalmente diferente, pero ya comienza a introducir elementos que resultan excesivamente "facilones".
No es que Jarre sea un musico complejo, ni en sus dos primeros discos, pero incluso los temas más conocidos tienen un punto de magia que hace que no resulten un pegote en el conjunto.
Aquí ya juega demasiado a utilizar la melodía pegadiza sobre un simple patrón ritmico.
Sí, melodicamente, nadie discute que resulte atractivo, pero para mi es demasiado "simplón".
Como dice Sahagún, "tiene sus momentos"
pero no recomendaría este disco. Cosa que si hago con los dos primeros.