A lo largo de esta semana la narración se ha quintuplicado en extensión y ha alcanzado un tamaño de unas 2500 palabras. A ver cómo sigue el "asunto" porque el límite para este otro certamen es de 6000. Si lo rebaso y no hay manera de aligerar el texto deberá reservarse "La Mole" para otro destino. Menos mal que tengo otra historia en la recámara, "Casa de muñecas", por si hiciera falta redactar una nueva.
Por lo demás "La Mole" se está escribiéndo por su orden de lectura. Ayer mismo, apareció un giro inésperado en la naturaleza de un personaje, que se hace visible al final de la narración, y que por ello no lo he escrito todavía. Antes de ello tengo que averiguar por qué y para qué, causa y efecto que se pretende, esta persona va a hacer lo que hará. Yo aún, no lo sé.
Por otro lado, la narración de fantasia "Bienvenida a Marion" sigue siendo un misterio inexplicable e inencontrable en las profundidades abisales de mi psique.