Ya sabemos que un grupo de rock, que ha sido bién grande en el contexto comercial, con discos que han vendido mucho y llenando estadios, ya no es sólo el conjunto de cinco amigos haciendo música. De alguna manera se convierte en una empresa.
Todas las historias conocidas, más lo que suponemos, sobre cómo han manejado las "situaciones laborales" de sus miembros demuestran que, al menos, no las han llevado con elegancia.
Y eso empieza desde el principio, desde la exclusión de Peter Banks, lo que se nos cuenta de la relación de Billy Sherwood con el grupo, la salida del mismo, la exclusión de Jon Anderson, etc.
Me pregunto cómo se relacionan entre ellos, qué tipo de ambiente debe haber. No me imagino nada bueno. Y si todos han conspirado contra todos...
Me parece que los más perjudicados han sido, entre otros, Rick Wakeman y Steve Howe. Me preguntó como fueron capaces de revivir una vez más la formación clásica que pasó por Madrid en 2003 y grabó la cara acústica del recopilatorio del 35º aniversario del grupo, y los DVDs. La "pela" es la "pela". ¿Todo por la pasta?
Y nos encontramos un grupo tan desintegrado que tienen que recuperar a Geoff Downess y sus maquetas con Trevor Horn para sacar adelante el Fly from Here, sacrificando a Oliver Wakeman. Y, además y pese a todo, este Fly from Here es un buen disco... Me ha dado mucho más de lo que esperaba, pero no resiste la comparación con Drama, esto también lo tengo claro.
Así que el nuevo álbum... Pese o gracias a la presencia de Roy Thomas Baker, pese o gracias a las manipulaciones de Billy Sherwood, pese o gracias a la presencia de Jon Davison... Ojalá mantenga el listón donde lo han dejado, al menos.
Me da la impresión de que los miembros de Yes han sido los peores enemigos de su propio grupo con estas historias internas, tan lamentables en ocasiones.