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Una vez más, acabo de comprobar la "distorsión" a la que siempre me lleva mi pasión "devoradora" de escuchar tanta música.
Hace no demasiado tiempo, como resultado de los comentarios vertidos en este foro, descubrí a Henry Cow. Nunca antes había escuchado nada de ellos. Probé con sus dos primeros discos y me encantaron. Tanto que, tras algunas escuchas en Youtube de sus otros dos discos de estudio, me lancé a comprarme las cajitas que, ciertamente, me resultaron fantásticas. Pero, aquí es donde voy con lo de la "pasión devoradora".
Y es que, en lugar de dedicarme durante 3 meses seguidos a escuchar y desmenuzar esas cajas, a, en definitiva, disfrutar de ellas, digerirlas y asimilarlas, rápidamente me lancé por la vía de seguir comprando discos el entorno Henry Cow (Art Bears, News from Babel, en primera instancia). También me gustaron mucho y, por eso, antes siquiera de darles tiempo a que se asentaran en la estantería, seguí con discos de Fred Frith, Chris Cutler, Cassiber, Lindsey Cooper, etc.
Al final, en apenas unos meses, reuní varias decenas de discos de ese entorno... con otro problema adicional al que me supone la "pasión devoradora". Esto es algo más difícil de explicar, pero es una, sin duda, distorsión cognitiva particular que me lleva a tener que enfrentarme en primer lugar con aquello que más dificultades me plantea. ES como una especie de reto que me planteo, de tal forma que, si logro hacerme con eso que me resulta más complicado, todo lo demás me resultará, por ende, muchísimo más fácil.
El problema de ello es evidente. Al final, paso mucho más tiempo escuchando obras complicadas y, en muchos casos, menores, respecto de la discografía general que disfrutando de las obras maestras absolutas.
Es algo que me ha pasado siempre pero ahora se ha agudizado ante la avalacha de escuchas y la posibilidad de poder escuchar tanta música por vías varias.
De vez en vez, como forma de autocontrol, tengo que echar marcha atrás y forzarme a escuchar lo verdaderamente esencial antes de volver (si es que, entonces, vuelvo) a lo más anecdótico.
Reconozco que, bajo esas premisas, este foro es un auténtico elemento "destroyer" para mi, ya que me lleva, picado por la curiosidad a escuchar mil y una cosas que, seguramente estarán muy bien, pero que en modo alguno llegan a la altura de esas otras obras maestras que he dejado atrás.
Ahora mismo (de ahí la foto) estaba escuchando los dos primeros discos de Henry Cow y, ciertamente, son expléndidos. Pero no sólo eso, sino que son infinítamente mejores que el 98% de las cosas a las que he venido prestando atención casi exclusiva (dentro del entorno Henry Cow) en las últimas semanas.