Ando ahora enredado con un recién llegado, un trabajo bastante especial de
Pauline Oliveros -acordeón y EIS-,
Doug Van Nort -electrónica- y
Jonas Braasch -saxo- (trío que forma
Triple Point) más
Francisco López -electrónica-. A partir del material grabado en un concierto de improvisación dado en el Deep Listening Institute de Nueva York y de dos sesiones de estudio conjuntas en la misma ciudad, cada músico da forma a posteriori a dos piezas electroacústicas, en torno, en mi opinión, a un concepto de
aespacialidad, una creación fuera del espacio, siguiendo la idea del título del álbum (claro homenaje, por otro lado, a
Messiaen). El resultado de nuevo resulta orgánico, vivo, pulsante, parece que respira, como si la música se moviese en varias dimensiones. Y hablo en global porque, a pesar de que las ocho piezas han sido creadas -dos cada uno- por los compositores de forma individual y a pesar de ser realmente diferentes, transmiten en conjunto una sensación bastante homogénea de música
fuera del espacio. Y, repito, esto son percepciones propias, es un disco que tengo que escuchar con atención y que merece profusión de vueltas.
Pauline Oliveros, Francisco López, Doug Van Nort, Jonas Braasch - Quartet for the end of space (2011)