Estos días ando con un paquete que me llegó de Lille, directamente del músico,
Falter Bramnk, un viejo amigo de quien ya he hablado aquí anteriormente.
Habiendo escuchado ya tres de los cuatro discos -últimos que me faltaban entre los que tenía disponibles-, comienzo comentando el más reciente, de 2019 y un disco más que atractivo:
"Diez seiz" está formado por una serie de piezas creadas para una exposición en Lille de la artista portuguesa
Sandra Gil, todas compuestas e interpretadas por el músico siguiendo un hilo conductor inspirado por el trabajo de la lusa, algunas de las cuales han sido retrabajadas para el disco y a las que se les ha añadido a posteriori el cello de
Guenola Fatout. El resultado es un trabajo instrumental -salvo por un sombrío... ¿fado?-, a veces de carácter ambiental y otras más intrusivo y experimental, en general oscuro y tirando a perturbador que resulta, como comentaba más arriba, muy, muy atractivo, y al que reconozco que llevo dos días enganchado. Toda una sorpresa.
Falter Bramnk - Diez seiz (2019)