Sensaciones encontradas, nuevamente. Al ver/oír el nuevo tema de Steve Wilson, adelanto de su próximo álbum ¨To the Bone¨, nos recuerda que sus últimos trabajos (tanto en solitario como en Blackfield) mostraban un status-quo intranquilizador, semi-estancado en la falta de profundidad/inspiración. No obstante, es una muy hermosa canción, cantada junto a Ninet Tayeb, artista israelí que ya intervino junto a Wilson en 4 1/2 (del 2016) en uno de sus temas, de muy buena voz. Habrá que esperar.
Pues yo, fíjate, veo esta fase de Wilson con sumo interés. De facto, si se confirma lo que se anticipa, creo que es un cambio que era absolutamente necesario.
Wilson llevaba estancado muchos años en esa estética musical que se inició con los últimos discos de Porcupine Tree. Desde que en In Absentia descubrieran la piedra filosofal de hacer una simbiosis entre el progresivo clásico y toques metálicos, avanzaron algunos peldaños hasta sacar el formidable "Fear of a Blank Planet", pero, a partir de ahí, la fórmula comenzó a repetirse con menor inspiración. Varios directos y un The Incident que, a mi modo de ver, no levanta el vuelo como discos anteriores.
Wilson en solitario siguió por esa senda. En The Raven.. dio un giro pero fue para hacer un disco que, si hubiera seguido por esa senda de revivalismo habría sido desastroso pero que, afortunadamente, como ejemplo específico de intento de hacer en 2013 un disco con sonido setentero, le quedó fantástico.
Hand. Cannot. Erase es un intento de ir hacia otros derroteros. Veremos si se convierte en disco de transición o es punto de destino. A mi es un disco que me gusta mucho, pero, de algún modo, tiene ese carácter de anticipo de algo por venir.
De hecho, a mi me gustan los músicos en los que cada disco tiene ese carácter porque es síntoma de que existe siempre una evolución. Discos en los que se detectan con claridad los elementos de los que parte pero que, al tiempo, anticipan otros nuevos.
Wilson nunca ha negado su amor por el pop, cosa que ha demostrado, incluso versioneando temas de Prince, Alanis MOrissette, ABBA, etc., por no hablar de sus participaciones en No-Man o Blackfield.
Yo siemrpe he echado en falta en los discos de Wilson en solitario que no fueran un mayor compendio de sus muchas actividades. Cuando salió Insurgentes, pensé que tendría elementos de Porcupine Tree, pero también de No-Man o Blackfield, sin dejar de lado sus devaneos más experimentales con Bass Communion o IEM. Sin embargo, ya digo, Insurgentes es casi, casi, un heredero directo de los últimos discos de Porcupine Tree.
Veremos que hace ahora. A mi, desde luego, es un músico que me sigue interesando mucho. Sobre todo porque yo no tengo ninguna prevención con eso del pop, ni identifico música comercial con música mala como suele ser habitual en algunos lares.