Bueno, sea cual sea el método, lo cierto es que el resultado es similar. Años y años sin que aparezca ningún disco nuevo de estudio.
Hombre, yo tampoco es que esté con la ansiedad atenazándome porque alguien saque un nuevo disco y, desde luego, prefiero que tarden más tiempo y saquen algo bueno a que tarden menos y saquen algo de circunstancias, pero, francamente, tampoco creo que el tiempo sea un buen consejero para la calidad final del producto. ES más, creo que la gente que cae en el miedo patológico a que lo que va a sacar no esté a la altura (caso de Gabriel) acaba por atenazarles de tal modo que, primero, les impide sacar nada y, segundo, cuando lo hacen, tampoco está garantizado el resultado.
Los grandes discos de los 60 y 70 eran grabados por músicos y grupos que sacaban una media de, al menos, uno o dos discos al año y ahí tenemos Sgt Peppers, Abbey Road, Ziggy Stardust, Wish you were here, Close to the Edge o Selling England.
Los mismos Yes han sacado sólo dos discos en 13 años y, desde luego, no parece que la demora se haya traducido en un resultado excelso, como tampoco lo son los temas que Peter Gabriel va desgranando poco a poco en los últimos tiempos, si los comparamos con los que sacaba en sus cuatro primeros discos que grabó en apenas 4 o 5 años.
Creo que la presión que parecen ponerse algunos artistas para tener que sacar un disco al año (caso de Neil Young o Peter Hammill) no es positivo, ya que todos pensamos en más de una ocasión que, si juntaran los mejores temas de 3 o cuatro discos el resultado sería un álbum espectacular, mientras que, repartidos en medio de otros bastante más mediocres, el resultado no alcanza ese nivel. Pero, al contrario, aquellos que pasan el resultado de sus composiciones y grabaciones una y otra vez por el filtro de que sólo aquello que entienden como excelso merece ser publicado, tampoco obtienen buenos resultados porque al final yo creo que se acaba perdiendo el norte. Todo parece insuficientemente bueno y, cuando te decides a sacar algo, tampoco tienes garantía de que sea mejor que la mayor parte de lo que has rechazado.
Componer y grabar también ha de ser un cierto hábito y, en ausencia de tal, es difícil que esa habilidad no acabe por anquilosarse un tanto.