En general, no me gustan este tipo de ediciones que suponen una mezcolanza un tanto sin sentido de cosas varias donde, la mayor parte de ellas, o ya han aparecido en otros sitios o van a aparecer en el futuro. De hecho, no tengo ninguno de estos Tour Boxes.
Sin embargo, hay que reconocer que la secuenciación del segundo disco de éste último volumen resulta muy atractivo.
De todos modos, yo hace tiempo que puse el freno a comprar todo lo que el bueno de don Roberto sacara al mercado y me limito a comprar los discos, digamos, oficiales. Si bien el término aquí no es adecuado (pero creo que nos entendemos) y aquello que aparece bajo el marchamo del KCCC (bien sean los especiales o, si se diera el caso, los que quedan para completar la serie).
Ni cajas de inmersión ni road to nada, ni descargas digitales, ni Tour Boxes. Francamente, tengo toneladas de material de King Crimson como para, a estas alturas, poder siquiera recordar alguna posible diferencia en alguna nueva interpretación de un repertorio que ya me conozco de memoria. Mi afán coleccionista (que lo tengo y mucho) afortunadamente me permite evitar este tipo de cosas. Y es que, sobre todo, lo que más me fastidia es la duplicidad de material. No me importaría comprarme una cajota de 150 euros si contuviera material absolutamente inédito, pero eso que suele hacer de pasar el recogedor y juntar mil cosas que ya han aparecido junto con un par de conciertitos o de temas de dudosa calidad como gancho es algo que me molesta sobremanera.
Cómo se ha dicho repetidamente por aquí, nadie te obliga a comprar nada, evidentemente y yo, en este caso, he decidido que.... no lo voy a comprar.