Dándole otra repasada al último disco de Tori Amos, Unrepentat Geraldines. Un disco que, tras su dos incursiones con Deutsche Gramphon (una con temas antiguos reorquestados y otro con nuevos temas compuestos a partir de motivos de composiciones clásicas), la hace volver por sus fueros. Un puñado de buenas composiciones con su piano y su particular voz.
Tori Amos siempre ha sido una de esas artistas "colaterales" que me han servido para comlementar mis, mayoritarias, escuchas progresivas.
Pertenece a eso que podríamos llamar "art rock" o "música próxima al progresivo". Evidentemente, sus temas no entran de plano dentro de lo que puede ser música progresiva, incluso desde sus planteamietnos más amplios, pero tampoco es exactamente pop-rock al uso.
En todo caso, música con altas dosis de sensibilidad (en ocasiones, las más) y alto voltaje (en otras, las menos) con esa voz tan particular aunque, por momentos, recuerde a Kate Bush
Tori Amos, para mi al menos, pertenece a ese universo al que pueden pertenecer David Bowie, David Sylvian o Peter Gabriel.
En un mundo dominado totalmente por hombres, salvo en lo relativo a determinados tipos de música (donde cada vez son más numerosas las mujers por cierto) hay dos féminas que, a mi modo de ver merecen un respeto especial. una es Tori Amos, la otra es Fiona Apple.