El criterio utilizado, en buena lógica, penaliza las obras más recientes, dado que han tenido menos tiempo de aparecer en antologías y directos.
De modo que, al margen de que en muchos casos, los discos primeros son los más celebres y, en muchos otros, los mejores, es lógico que los últimos álbumes queden un tanto desdibujados en estas listas, incluso cuando su calidad sea indudable y alguno de los temas haya podido tener cierta repercusión