Pork Soda (1993) - Primus Siempre que se habla de Primus se hace inevitable mencionar en primer lugar la maestría de Les Claypool, bajísta y líder del grupo. Efectivamente, las virguerías que este sensacional músico es capaz de hacer con un bajo en las manos (quizás con los pies también, me atrevo a imaginar) te dejan boquiabierto, patidifuso, y ojiplático.
Es tan impactante su forma de tocar que consigue que el bajo se erija como protagonista del sonido de la banda, por encima de la guitarra, algo extremadamente raro de ver (oir) en el rock. Su dominio del slap, del tapping y de casi todas las técnicas bajísticas asombra por la perfección y velocidad con que este hombre las ejecuta.
Sin embargo, resaltar el virtuosismo de Claypool, no debería hacernos olvidar el trabajo de los otros dos miembros del grupo. El batería y el guitarrista son otros dos grandes músicos, imaginativos y sensacionales y acompañan en todo momento a Claypool y refuerzan admirablemente la labor de aquél.
Además de unos músicos excepcionales, Primus son unos cachondos mentales: las letras de sus canciones suelen ser humorísticas, y en sus conciertos el humor también suele estar bien presente.Todos sus discos son bien interesantes, y varios de ellos magníficos. El único inconveniente que les veo es que quizás son demasiado parecidos entre sí, lo cual puede venir derivado de su propio estilo, de la concepción musical de la banda.
Aún así toda su discografía es bien recomendable, hasta el punto de que resulta difícil seleccionar uno de sus trabajos.Suelen ser destacados sus dos primeros LP's: "Sailing the Seas of Cheese" (1991) y "Pork Soda" (1993). Cualquiera de ellos revela con claridad meridiana el espíritu y la esencia de la banda.
"Pork Soda" contiene algunos de mis temas preferidos de Primus: "The Pressman", "My Name Is Mud", "Mr. Krinkle", "The Air Is Getting Slippery" o "DMV".