Yo creo que es simplemente una forma de "enganchar" al público que todavía pueda quedarles. Con eso se garantizan un buen número de giras y de discos que, de otro modo, mucha gente no compraría.
Si los conciertos se limitaran a una selección arbitraria de temas, imagino que mucha gente que ha comprado los últimos lives, no lo habría hecho.
Es el valor de "las series".
La gente nos enganchamos con una serie y, al margen de que en un momento determinado te apetezca o no comprar algo, lo haces de forma mecánica por el simple motivo de que es "el que toca", el "siguiente en la lista", el que "hay que tener para tener completa la serie".
Si uno ha comprado 33 números del KCCC, ¿cómo no va a comprar el 34?