El problema de esto es lo que mencionas en relación con Townshend.
Cualquier manifestación artística, por rupturista y extravagante que sea, tiene su sentido, pero, cuanto más rompedora es menos sentido tiene que se convierta en algo habitual.
Romper una guitarra, prenderla fuego con gasolina, como hacía Hendrix, es como una performance que tiene el valor de la inusual. Convertir eso en algo que espera ya todo el mundo no sólo deja de ser algo artístico sino que se convierte en una simple estupidez.