No soy un gran fan de Supertramp. En tiempos fui ansioso devorador de Crime of the Century, Crisis what crisis? y Even in the quietest moments, para, con el talibanismo propio de la época, abominar de Breakfast in America, al considerarlo demasiado comercial.
El caso es que poco a poco, sin una motivación especial, fui añadiendo discos a la colección, a base de verlos tirados de precio y acabar por picarme la curiosidad de ver cómo sonaban.
Sin apasionarme, me gustaron e, incluso, me sorprendieron los dos primeros, mucho más prog de lo que podía suponer. Me aburrí, tras una desvaída escucha con ... famous last words y convertí Brother were you bound en uno de mis discos favoritos del grupo, lo que habría llevado a la formación sin Hodgson a una más alta consideración, si no hubiera sido porque el siguiente, Free as a bird, era bastante más flojo.
Ahí me paré... hasta que el otro día, en una tienda de segunda mano, vi por 5 euros este Some things never change y lo compré.
Lo cierto es que ha sido una agradable sorpresa. No es un disco que mate, desde luego, pero estaría por asegurar que es el disco que más me gusta de la etapa post Hodgson (no he escuchado el siguiente y último). Una épòca que conjuga dos elementos contrapuestos. Por una parte, es una época que me gusta porque no está Hodgson. Lo siento pero no puedo con este hombre. Sus canciones siempre me han parecido, salvo excepciones honrosas, demasiado comerciales y facilonas. Sin embargo, la presencia de dos vocalistas compositores tan distintos entre si que hacían de sus discos algo muy variado.
Me gusta más Davies que Hodgson, pero no es alguien que me guste tanto tanto como para que recaiga bajo sus hombros toda la labor compositiva y vocal. Sus temas quedan mejor cuando van a continuación de un tema de Hodgson.
En todo caso, un disco muy digno con algunos pasajes jazz-rock bastante disfrutables que no creo que sobre en la discoteca de cualquier fan del grupo.