Antony and the Johnsons no es sino el proyecto personal de Antony Hegarty, como voz y piano, acompañado de los Johnsons (arpa, cello, flauta, clarinete, saxo, violines, batería). En su primer disco nos encontramos ante un trabajo bello, melancólico, lleno de intimidad, con suaves arreglos de piano acompañados de vientos, cuerdas y batería. Lo más destacable es la voz semioperística de Antony, con múltiples registros, abrigo nostálgico, propio de las frías noches de invierno. En los primeros temas nos introduce en su universo peculiar, así con "Twilight" la emotividad es sublime alcanzando un gran lirismo en su parte intermedia, y con el siguiente "Cripple an the starfish" la magia angelical finamente entrelazada alcanza otro clímax de rabiosa belleza. Las demás canciones no se quedan atrás, creo que todas están exquisitamente cuidadas y adornadas con una instrumentación llena de riqueza lírica donde la abrumadora voz de Antony las arropa con una tristeza llena de matices inquietantes.