Es cierto. Ya era hora de recuperar a los Floyd de los comienzos. Dejarse de cerdos volantes, muros que se caen, fábricas gigantescas y láseres espectaculares.
Por supuesto, amo a los Floyd de Animals o Wish you were here, pero antes de eso hay un mundo apasionante que siempre han parecido dejar de lado.
Un mundo menos pulido pero, quizás, más excitante.