Buenos días, dado que en estos días varios foreros estamos contribuyendo a completar algunos huecos existentes en la Sinfopedia, de cada a su edición en papel y que hay dificultades para entrar al viejo foro, creo conveniente que, salvo las relacionadas con Magma, para las que se ha creado un hilo independiente, cualquier aportación en ese sentido se ponga aquí, para que le sea más sencillo a Davol tomarla de aquí e integrarla en el tocho.
Saludos.

El 3 de marzo de 2014 vio la luz el nuevo disco de Mike Oldfield. Primero tras un largo paréntesis de 6 años, cuando presentara the Music of Spheres. Si no me equivoco este lapso de tiempo entre disco y disco ha sido el más largo de toda su carrera hasta este momento.

A esas alturas, las expectativas que podía generar un disco de Mike Oldfield eran más bien escasas, habida cuenta de la baja calidad de la mayor parte de sus últimos álbumes, especialmente a partir de Millenium Bell. Si bien, debería exceptuar aquí la cierta recuperación que supuso Music of Spheres, aunque, en este caso, personalmente, tengo serias dudas sobre el porcentaje de participación de Oldfield en la composición final del álbum.

Desde que Oldfield diera el pelotazo comercial con Moonlight Shadow, su carrera ha deambulado sinuosamente entre la búsqueda de un nuevo éxito comercial, a través de canciones de formato pop similares a aquella, y la recuperación del prestigio (y también del éxito, claro) que supuso Tubular Bells y sus primeros álbumes. La fortuna, en esta búsqueda, ha sido desigual aunque con clara tendencia a la mediocridad. En estos últimos años, Oldfield parecía dispuesto a dejarse de ambajes y apostar directamente por la exacerbación de aquellos elementos que caracterizaban tanto Moonlight Shadow como Tubular Bells.

En ese sentido, The Music of Spheres era el disco más sinfónico que ha producido Oldfield, llevando las reconocibles estructuras de sus primeros álbumes al ámbito de la música clásica, de un modo que superaba lo que, en su momento, hiciera con Incantations.

Ahora, parece optar por lo contrario y se vuelca en hacer un álbum completamente integrado por temas pop de 4 o 5 minutos, tal y como hiciera, años atrás con el fallido Earth Moving. Pero, si allí acudía a una pléyade de cantantes, aquí opta por fichar a una única voz. El elegido es el casi desconocido Luke Spiller, cantante del grupo inglés The Struts. Un tipo con un aire que recuerda marcadamente a Freddy Mercury, del que se declara ferviente seguidor.

Todos los temas del álbum están compuestos por el propio Oldfield, salvo el último, que es una versión del gospel de William McDowell, "I Guive Myself Away".

El hecho de que sea un solo cantante el que interviene en el álbum dota a este de una mayor homogeneidad de la que tenía Earth Moving, aunque, particulamente, y puestos a elegir entre dos discos que me dicen más bien poco, me quedo con aquel, aunque sólo sea por la implicación de músicos como Adrian Belew o Maggie Reilly. Si Earth Moving fue un disco fallido,  este Man on the Rocks es, simplemente, innecesario. Francamente, no creo que a estas alturas ningún seguidor de Oldfield tuviera necesidad de una nueva colección de canciones pop, mientras que, como se vió, tampoco incluía material como para trascender las fronteras de su auditorio habitual.

No creo necesario hacer una reseña tema a tema, habida cuenta de la uniformidad del disco y de que, en realidad, ninguna canción me ha dejado una huella especial, navegando por ese terreno intermedio en el que el pop agradable y bien facturado casi nunca deja paso a algo verdaderamente trascendente.
La labor instrumental de Oldfield en el álbum es bastante reducida, adoptando el tradicional papel de acompañante y aportando algunos solos guitarrísticos marca de la casa que, igualmente, resultan ya demasiado trillados.

Si acaso, destacar la fuerte impronta de Queen que Spiller traslada a un tema como Nuclear, pero, si tuviera que quedarme con un sólo tema como representativo del álbum, quizás elegiría el que da título al disco, Man on the Rocks, por encima de los dos singles que se extrajeron: Sailing y Moonshine, un tema cuyo inicio recuerda poderosamente al comienzo del Cover my eyes de Marillion.

Y hablando de singles, no puedo dejar de hacer mención al horrible vídeo de presentación de Sailing, grabado en las Bahamas y con paseo en barco incluido.


El álbum se presentó en tres formatos: el sencillo, que incluía solamente los 11 temas; una versión deluxe, que incluía un segundo disco con los mismos temas, pero en versión instrumental; y una caja Super Deluxe Edition que incluía un tercer disco con diversas demos.

Hay que señalar que, en contra de lo que pudiera aventurarse, los 11 temas instrumentales de la versión Deluxe tampoco es que aporten demasiado a los cantados, ya que no se trata de versiones diferentes, con mayores desarrollos instrumentales o donde la voz es suplida por la guitarra u otros instrumentos sino que, en la mayor parte de las ocasiones, al menos, diera la impresión de ser simplemente el track de base, sin el añadido de la voz. Tratándose de canciones pop de poca complejidad musical, el disco sin las voces resulta especialmente aburrido. No obstante, digo esto con toda la prevención del mundo porque he de reconocer que no me he parado a hacer el ejercicio comparado de ir relacionando, tema a tema, la versión cantada con la instrumental.

Tampoco puedo aportar nada respecto del tercer disco de la versión Super Deluxe, ya que no lo he escuchado, aunque aventuraría a que, dado el material, tampoco es esperable ninguna maravilla aquí y, después de la experiencia de Heaven's Open, el hecho de que estas demos sean cantadas directamente por Oldfield tampoco parece garantizar nada.

En definitiva, un disco bastante insulso del bueno de Oldfield que, sin bajar a las profundidades que supuso la trilogía Millenium Bell-Tres Lunas- Light+Shade, tampoco es que le devuelva a especiales laureles.

Un disco de pop digno, con los tradicionales guitarreos del músico, algún que otro aire celta y los habituales ingredientes que vienen condimentando la música de Oldfield desde hace ya muchos años.

Canciones:
1.- Just The Same (5:34)
2.- On Reflection (5:41)
3.- Free Hand (6:14)
4.- Time To Kill (5:08)
5.- His Last Voyage (6:27)
6.- Talybont (2:43)
7.- Mobile (5:05)

Tras grabar el album anterior y su respectiva gira la relación del grupo con WWA que nunca fue satisfacoria del todo a pesar de haberles permitido grabar un par de buenos albums -"In a Glass House" y "The Power and the Glory"- se deterioró aún más. No sin problemas terminaron con ese contrato y como el único manager con quien alguna vez habían simpatizado era Terry Ellis de Jethro Tull con quien habían coincidido en una gira un par de años antes, hablaron con él y este los enchufó con Crysalis Records. Firmaron con ellos para UK y la distribución en USA se siguió haciendo a través de Capitol Records. Este es el origen del aire más optimista de las canciones, por primera vez la disquera les dejó manos libres para grabar el disco tanto en tiempo como en temática y ellos decidieron basar las canciones en su situación más inmediata con un lenguaje sencillo pero a la vez lo bastante ambiguo para que tuviera más de un nivel de lectura. Prácticamente todas las canciones del disco hablan de una u otra forma sobre situaciones de ruptura, pero leyéndolas con atención vemos que en realidad se refieren a la liberación que supuso dejar a su antiguo sello. La música también aparenta ser más amable, no porque tenga un tono más festivo o porque usen una menor profusión de contrapuntos en la composición o instrumentos en la ejecución o música menos compleja en general sino porque estos recursos son ahora usados con más mesura y parecen encajar de un modo más natural. Por ejemplo, en la pieza que abre el disco titulada "Just the Same" comienzan con chasquidos de los dedos en ambos altavoces de la mezcla en estéreo, pero al entrar el piano y la guitarra esos chasquidos se van desfasando de manera que cada verso es en realidad distinto del anterior y lo mismo pasa con el piano y la guitarra. Al final la música no es nunca "just the same". Esos chasquidos sirven además para abrir la siguiente canción "On Reflection". Esta expresión en inglés significa 'reflexionando' o 'pensándolo bien' pero por supuesto tiene la misma raíz del verbo reflejar. Para acentuar la segunda asepción usan una estructura que aparenta ser una ronda pero no lo es porque la primera voz no se repite por las demás voces en el mismo tono aunque sí tiene forma de canon. Y si esto fuera poco en "Talybont" agregan eco a los instrumentos como si fueran reflejos en un estanque y en "Free Hand" repiten los versos finales como si fueran reflejados en un espejo con el fin de enfatizarlos en cada estrofa. Y esto a su vez deriva en el sonido del ping pong electrónico (el primer videojuego de la historia) que abre la cara B del vinilo en "Time to Kill".     


Además de gran variedad de instrumentos acústicos ( guitarras, saxofones, violoncello, violín, xilófono, flauta dulce, etc. ) en "Free Hand" usan una variedad de sintetizadores analógicos y otras rarezas como el clavicordio que suena en "Talybont" o un harpa en "On Reflection". Y sin embargo los instrumentos eléctricos de rock son más prominentes que en los anteriores discos del grupo además que la batería tiene un beat mucho más marcado. Y hablando de emociones básicas ya me gustaría encontrarme a algunos ex-patrones o ex-novias para espetarles a la cara frases como:

"Now that my life's my own leaving you behind, leaving you behind
What ever made you think that I'd change my mind, THAT I'D CHANGE MY MIND!"

contrastado esto con canciones como "His Last Voyage", una de las canciones más tristes del progresivo sobe un pescador que no vuelve a puerto. A su vez contrastado con "Mobile", uno de los retos de Ray Shulman. John Weathers comenta: "Ray siempre llegaba con alguna canción y nos decía 'este sí es un reto'. Para "Mobile" nos trajo una demo que se escuchaba imposible de tocar, así que el primer paso fue averiguar cómo cojones hacerlo". Esta canción nunca fue tocada en vivo probablemente por esta razón pero para las que terminaron siendo más populares, "Free Hand" "On Reflection" y "Just the Same" tuvieron que escribir arreglos que les permitieran tocar mientras cantaban, lo que puede atestiguarse en algunos bonus tracks de ciertas ediciones.

Y ya que hablamos de eso este es un álbum que a pesar de ser de los mejores valorados por sus fans las ediciones existentes nunca le han hecho plena justicia. Hay de hecho una, la primera en CD de One Way Records que fue retirada del mercado ante las numerosas quejas. Las ediciones mejor valoradas en CD son la de Terrapin Trucking y la más reciente japonesa en SHM. Hay también una edición reciente en DVD de EMI con la mezcla quadrafónica que se creía perdida, mezclada en Canadá por Paul Northfiled, el mismo ingeniero de los álbumes de Rush.

"Free Hand" terminó siendo el album que escaló más alto en las listas de USA llegando al puesto 48. El contrato con Chrysalis continuó por varios años más en los que grabaron los siguientes cuatro discos de estudio y uno en directo.

Musicos
Gary Green - Guitarras, vocales
Kerry Minnear - Vocales, teclados
Derek Shulman - Vocales
Ray Shulman - Bajo, vocales
John Weathers - Vocales, tambores

Todas las canciones compuestas por Ray, Derek y Kerry
excepto "Friends" escrita por John
y "Take Me" letras co-escritas por John y Derek
Publicado por Alucard Pub. Ltd./Chrysalis Music Ltd.

Producción de Gentle Giant
Ingeniero de sonido Paul Northfield en Ramport Studios, Battersea
asistido por Neil.
Maison Rouge, Fulham.
Scorpio Sound Studios, Euston
asistido por Steve.
Remix en Scorpio Sound Studios.
Grabado entre Abril y Mayo de 1978.
Copyright Alucard/Friday Music.

Concepto de portada: Ray, Tanner, Eve y Pils Lager
Illustration: Peter Owen
Fotos de contraportada: Gered Mankowitz
Equipo: Michael Ambrose
Guitarras acústicas courtesía de Norman Guitars, Quebec, Canada.

Temas:
1.- Words From The Wise (4:10)
2.- Thank You (4:45)
3.- Giant For A Day (song) (3:45)
4.- Spooky Boogie (3:31)
5.- Take Me (2:45)
6.- Little Brown Bag (3:32)
7.- Friends (1:58)
8.- No Stranger (2:27)
9.- It's Only Goodbye (4:16)
10.- Rock Climber (3:50)

Un año antes el grupo había cedido a las presiones de producir música más comercial con relativo éxito por lo que intentaron repetir la fórmula, solo que esto no resultó tan fácil esta vez. Cambiaron su imágen, se cortaron el pelo e intentaron promocionarlo con los seguidores del rock AOR en USA, pero tuvieron que pasar por el trago de ver fracasar este disco para darse cuenta que producir una canción con gancho no bastaba con repetir un estribillo de manera casi neurótica (la frase del título se repite 15 veces en "Words from the Wise", 11 en "Thank You" y 36 en "Giant for a Day"). Da la impresión de que una vez deshechando su manera de componer en anteriores discos más bien intentaron hacer lo opuesto, simplificando la estructura de las canciones al máximo, dejando atrás casi todos los instrumentos acústicos y casi cualquier atisbo de virtuosismo.

Y aunque algunas canciones no están tan mal y alguna promoción recibieron el asunto no pareció levantar tras la gira que pasó sin pena ni gloria y a punto estuvo de provocar el cierre definitivo de la banda. "Words from the Wise" fue radiada en USA y México y la única canción donde se aprecia algunas armonías ingeniosas como antaño es en "Giant for a Day", aunque arruinada por el arreglo New Wave que indicaba al tipo de público al que iba dirigido, publico para quienes Gentle Giant no eran más que unos advenidizos. Fuera de éstas dos solo cabe destacar "Friends", una canción muy corta que fue la única contribución de John Weathers a la composición en su carrera con el grupo. Realmente no vale la pena analizar en detalle el resto del disco, incluso la portada parece ahora una mala broma sin demasiada gracia. Los fans actuales de su música lo consideran en gran medida uno de sus peores discos pero la gente de la época, sobre todo en UK, simplemente lo ignoraron.


Tras la gira tardaron tres años en hacer un nuevo intento en esta vena con "Civilian" y sin quererlo se puede decir que de algún modo fueron también pioneros en este aspecto. Para 1980 prácticamente todos los grupos de los '70s habían pasado por el aro intentando generar un éxito comercial con surerte diversa.

Subidas las tres reseñas a sus respectivas Sinfopedias:
Mike Oldfield - Man on the Rock
Gentle Giant - Free Hand (1975)
Gentle Giant - Giant for a Day (1978)